domingo, 12 de junio de 2005

Antiguos juegos cavafianos (2002)

Como parece por lo que dices que no entiendes muy bien el texto de los poemas en catalán, he decidido emprender la absurda tarea de traducirme a mí mismo a mi propia lengua. Si encima añades que en realidad los poemas pretendían semejar traducciones de poemas perdidos de Kavafis, tendrás un absurdísimo resultado. Pero bueno, la literatura está hecha de absurdos, así que vamos a intentarlo.


No alcanzó a decir nada el triste Antonio
al ver yacente el cuerpo en la alfombra detenida.
Su mente dibujó, reencontró perfecta
la armoniosa sensación de los voluptuosos senos,
la cadencia remota del placer, ahora agotado para siempre.

Cual un presente absurdo, una olvidada ofrenda,
yacía el puro y albo perfil heleno ya sin vida.
Y el monstruo putrefacto de la multitud romana
bramaba en el vencido corazón del príncipe.

Sin embargo, sus dedos, al extenderse,
gozaron aún el tacto de la piel sinuosa,
buscaron el latido en vano de las venas.

Al caer a borbotones, poco después, la sangre ardiente
la envenenada mancha de la real y gélida muñeca bebió con ansia.

Veamos ahora el soneto:

Si nunca tú te sacias, si temes mudanza
de la satisfacción de tus sentidos,
por ahora ahítos, tus dedos desliza
despacio por la estancia de tu alma

oscuramente. El rencor
no debes reservarlo: ¡Tantos lechos
ha probado tu cuerpo, tantos placeres
has sentido sin perder la esperanza!

En tu interior arde el recuerdo: su empuje
de nuevo a buscar el placer ha de guiarte,
tus sentidos otra vez serán colmados.

La molestia ajena tú no tienes
manera de evitarla. Has de adentrarte
de nuevo en la pasión malsana.


No he podido conservar en todo el ritmo, ni la rima en el caso del soneto. Es extraño no poder alcanzar determinados efectos en la propia lengua que uno ha conseguido medio en broma en una lengua extraña. No me había pasado nunca eso de escribir "literatura" fuera del español, salvo algunos poemillas latinos en broma cuando hacíamos segundo de filología. Y digo que me ha pasado porque no ha sido deliberado en absoluto, sino una especie de "inspiración" repentina que no sé si se repetirá. Es verdad que había leído traducciones catalanas de Kavafis, pero no sabía que hubieran operado tan a fondo en mi inconsciente, al punto de emerger repentinamente sin pedir permiso para elaborarse en poemas apócrifos que la verdad es que a mí me gustan bastante.

La escena del poema titulado Antonio es simplemente imposible: hay que imaginar a Marco Antonio llegando derrotado al palacio de Cleopatra en Alejandría y viendo el cadáver aún caliente de la reina. Esta escena no sucedió según las fuentes historiográficas, pero su dramatismo es tentador por encima de cualquier intento de hacer poesía sobre fotogramas respaldados por la prosa de Suetonio... El caso es que el cuerpo está tendido sobre la misma alfombra de la que al desenrollarse, salió en torbellino para caer a los pies de César, según el porpio Suetonio. Por eso la alfombra detenida amortaja el trágico amor secundario por Marco Antonio en quietud fúnebre. Antonio busca desesperadamente, primero por el recuerdo y luego por el tacto, recobrar el calor del cuerpo vivo de la reina. Sus pechos, el movimiento en el placer compartido (cadencia remota)... El cuerpo sin vida, de griego perfil puro y blanco, contrasta con la pútrida multitud romana, que Antonio imagina bramando al paso del triunfo de Augusto, con Cleopatra y él mismo como cautivos y despojos de la victoria. Son versos que creo realmente buenos y solo ahora me percato de todos los contrastes conceptuales y evocadores que encierran. No eran deliberados ni pensados al detalle y sin embargo ahí están, como si el espíritu de Kavafis se hubiera adueñado de mí para ser su "evangelista". La idea de que el cuerpo solitario de la reina es un regalo absurdo, una ofrenda olvidada en un altar innominado es simplemente genial a mi entender.

Más artificial es la concentración violenta de contrarios en los últimos versos. El suicidio shakespereano de Antonio, también falso, al lado del cadáver de Cleopatra, me ha tentado para construir la imagen de que la sangre que brota a borbotones de la herida que Antonio abre en su vientre corre a juntarse con el único orificio por donde mana solo un hilillo de sangre en la ya fría muñeca mordida por el áspid. Y qué mayor violencia que decir que la sangre "bebe" ansiosamente el veneno sanguinolento de la mortal herida de la reina... Creo que la imagen es potente pero no está resuelta bien, quizá le falta un verso más para remansarse y dejar menos abruptamente el final del poema.

Ya ves qué pretencioso soy: encima ME COMENTO, pero es que es un poema de otro, que tomó posesión de mí en una lengua extraña. Y sólo ahora al traducirlo, para enviártelo, lo comprendo creo que del todo. El soneto es tópico sobre la homosexualidad kaváfica. Creo que se nota menos auténtico paradójicamente que el anti-histórico, pero no es extraño. la sensibilidad depresiva y melancólia amorosa de kavafis es muy difícil de imitar convincentemente





No va gosar dir res el trist Antoni
en veure el cos estès a la catifa deturada.
La seva ment va dibuixar, va retrobar sencera
l'harmonïosa sensació dels pits voluptuosos,
la cadència remota del plaer, ara exhaurit per sempre.

Tal un regal absurd, una oblidada ofrena,
el blanc perfil helè jeia pur sense vida.
I el monstre pútrid de la multitud romana
bramava dins del cor vençut del príncep.

Tanmateix, els seus dits, quan s'atansaren,
van fruir el tacte encara de la pell sinuosa,
van cercar el batec debades de les venes.

En caure, poc després, a glops, la sang calenta
la verinosa taca del canell reial i fred beguè, amb ànsia



Si mai tu no en tens prou, si tems mudança
de la satisfacció dels teus sentits,
que ara s'et sadollen, els teus dits
a poc a poc passeja per l'estança

de la teva ànima en foscor. Recança
no n'has de guardar pas. Tant de llits
va provar el teu cos, tant de delits
vas sentir sense perdre l'esperança!

El teu record crema ben dins; l'empenta
de nou a cercar el plaer té de guiar-te,
els teus sentits de nou seràn ben plens.

El neguiteig dels altres, tu no tens
manera d'evitar-lo; has d'endinsar-te
un altre cop a la passió violenta

Non omnia possumus omnes

Todas las cosas no están al alcance de todos. Es cierto que la libertad, esa sensación incandescente que comunica el estar vivo, no puede hacernos olvidar que ardemos consumiéndonos, que la vida es el combustible de la libertad, que vivimos en la chispa feliz del instante.