sábado, 15 de diciembre de 2007

Canción desdoblada

Tañen las campanas sus párpados sombríos

su espaciosa canción desdoblada

como una carta cuyas letras se diluyen

en los sudores enamorados e infecundos




Oscuridad que escupe los instantes juiciosos

las silenciosas siluetas borrosas de las letras

la oquedad de los pozos como ojos vaciados

como ambiciosas sombras asfixiadas


Noches de filo hambriento y de escombros

de caballos que al ritmo de los besos

extendían su perfil victorioso y bailable

como alas de espuma inmateriales



Y ya los anillos cortados las cenizas

restauradas en sus gélidos tronos

abrasan fríamente los latidos mellados

los recuerdos como cuchillos sin punta

domingo, 9 de diciembre de 2007

Carta y recuerdo

Recordarás tal vez la búsqueda, el lugar; café, y té, y mirarnos a los ojos. Vendrán, entonces, las sonrisas, como barcos que arriban a puertos extrañados, y extienden su perfil majestuoso, acompasado por el
leve oleaje de la boca. Y saciarás ahora la vista, al perderla en la ventana, indiferentemente acostumbrada a su paisaje laborable. Repararás
en las nubes, que redimen, que cabalgan lejanas desde el cielo, jinetes puros de blandura y de sueño. En la holgura extendida del horizonte podrás
entonces aventurar los ojos, vagabundos, sigilosos, descuidados. Y evocar las palabras que decías, afilado perfil, herida de placer, imborrable luz, apasionada forma de tu gesto. La hospitalaria y flexible caricia de las bocas. Humedad demorada, dulce asfixia, enjaulada inquietud de la impaciencia que serpentea en los enamorados labios.


Y no podrás desembocar sino en la dicha de amor, en el panal donde apresamos la miel, el vuelo, la peregrina búsqueda del polen. No podrás evocar sino la vida, el canto, la forma como los cuerpos
buscaban sus propias almas, inquilinas del ser avariciosamente amado. Y seguirán buscando, para siempre, para siempre. Aun después de haber
hallado. Y perdido. Buscarán. Siempre.

martes, 4 de diciembre de 2007

Perfume de las sombras


Sigo siempre al besarte

--perfume de las sombras--

el rastro de las lenguas olvidadas,

la ausencia de pasiones derrotadas.


Las huellas naufragadas de otros labios

batidas por las olas de estos besos

amagan su perfil olvidadizo.


Como un bajel de niebla y de amenaza

enrolas en mis brazos

el mapa de tu cuerpo, su relieve

dibujado en mis manos peregrinas.


Y grito tierra cuando ya me hundo,

devuelto a los deseos más oscuros,

en la patria profunda de tu boca.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Flores como bocas


Devastada presencia

de azucarados temblores se disuelve

en el magma aquietado del recuerdo.

Y las flores como bocas se cierran

sobre la tierra enjutas

sobre la arena marchitas débilmente.


Palabras surtidores las sirenas

del amor derribado sobre escarcha

licuan su aurora gélida,

su costumbre vertida en los desagües

hasta la honda entraña de la Tierra.


Y tu pie, la blancura callada,

cubre flexiblemente al viento enmudecido,

al tácito rumor de las mareas

que me invaden con aguas de deseo

con salobres ahogos demorados.


miércoles, 28 de noviembre de 2007

Excavación

Una lenta ambición por los brazos te trepa
humo de las caricias negras y sedosas
para asfixiar tu aliento en ahogos obstinados
perezosos jadeos de los oscuros besos.

Por tu espalda se extiende la labor tenebrosa
de las manos que excavan el placer subterráneo
y al descuido te roban las letárgicas sombras
de tu piel abrumada de tesoros lascivos.

Y despiertas de sueños abismados en aguas
silenciosas y tenues como garzas heridas...
Para tender los vuelos de los labios alados
y beber el asombro de la luz extraída.


martes, 27 de noviembre de 2007

Esperabas

Supe que los cristales macerarían en el interior de los sueños
que adquirirían la textura rojiza y suave, húmeda e hinchada
de los labios encaramados en la enredadera infinita del beso.
Entre la oscuridad apacentabas los silencios como un rebaño de frutos
escogidos, maduros o dulces... Y esperabas
pacientemente sus sordos balidos placenteros, el reflejo
con que el eco regurgita la imagen rumiada en su plano horizonte.
Esperabas y era solo el sostenido rumor apagado, la caricia sumergida,
era únicamente la placidez mate del vacío dubitativo y acolchado.
El tacto de la bruma con esquirlas y sorpresa de rocío clandestino.
Y no pudimos
extender la guirnalda trenzada de los dedos enlazados,
pájaros que agonizan su placer oscuro agitando las póstumas alas.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Un nuevo blog

He emprendido una aventura diferente, de reflexión y pensamiento personal, a veces compatibilizado con algunos versos:

Diario personal

Espero que algunos de los seguidores de mi poesía puedan encontrar interesante conocer el contenido de esas reflexiones personales, abiertas a cualquier aspecto que me parezca interesante desarrollar desde un punto de vista siempre muy particular, sin ambiciones de doctrina ni ánimo de convencer.

martes, 13 de noviembre de 2007

A modo de despedida

Las palabras ya no ofrecen, como antes, su sonido para acoger recuerdos, intuiciones, deseos, sensaciones. Se me acaba esa virtud con que antes cambiaban los momentos en versos y en músicas de sorpresa y disfraz. No siento en ellas sino hastío, repetición, cita; ya no descubrimiento. Y no sé si en estos poemas hay más valor que la pura sinceridad de la expresión. Si acaso están en algún punto tocados por la mano de la poesía auténtica, de esa inspiración que traspasa las palabras para atrapar lectores de ahora o del futuro. Ojalá fuera así. En todo caso, no es poco que puedan haber tocado el alma de conocidos y desconocidos, de algunas personas que han hallado agradable leerme.

No queda, pues, nada por decir. Por el momento, al menos. Y espero que quienes me hayan seguido hasta ahora encuentren otros lugares de mayor inspiración y mérito. A todos, mi más sincero agradecimiento. Quizá, si la paciencia os trae de nuevo por aquí por releer, encontraréis palabras nuevas. Nada puedo prometer. Gracias, pues. Y hasta siempre.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Por el aire

Por el aire tu risa desdibuja
los recuerdos amargos de mi alma;
va extendiendo los labios de una aurora,
cuyo aliento de rosa me acaricia.

Lentamente susurras,
como una melodía
que crece suavemente hasta adueñarse
del silencio sediento de instrumentos.

Tu plegaria enloquece si me nombras,
si tu brisa se llega hasta mi playa.
Y tu rezo me exalta,
e idolatro el espacio que me embriaga.

Dulcemente te posas en mi alma
como una mariposa,
tan huérfana de flores,
ambiciosa de pólenes secretos.

Y libamos los labios en un sueño,
y abrazamos los cuerpos de memoria;
evocamos caricias que seducen
a las almas de vientos desterrados.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Estrago y olvido


Es estrago, es furor cuanto se extiende

por la llanura informe en que las sombras

de los buitres recorren

mansedumbres inertes y calmosas.




Desova, mientras tanto,

su esperable borrasca de promesas,

abortadas y negras como pozos,

la abeja de memorias y amarguras.




Y es lógica la sugerencia de los ojos

de mordedura cruel y sombra hueca.

La paciente amenaza que gotea

mil sentencias de plomo acostumbrado.




No puede demorarse ya el olvido.

El tiránico embargo que despuebla

los oasis de ocaso silencioso.

Es sencillo reír

Es sencillo reír:es raudo cauce,
copa, y perfume, hambriento de hermosuras.


Es romper en pedazos
el silencio enquistado en las penumbras,
en la delicuescente quietud del pensamiento.


Igual que brincan los timbres,
esperanzados, presurosos, imperantes,
salta la luz de tu sonrisa
la sorpresa, el torrente, la memoria
habitada de vientos y de rosas.


Simple y sencillo. Río, brisa.
Gloria que inunda. Luz que se embriaga
de reflejos de vino derramado.


jueves, 25 de octubre de 2007

Plenitud


Van dejando las horas

una estela de signos poblados de ausencias

como espejos que acogen

mudos ecos que sueñan las voces borradas

y las sombras besadas de las bocas.





Que tu cuerpo me invade

con la doble canción de tus pechos de nieve

con el libre regalo

del suspiro de estrellas y del grito ardoroso

del placer invocado en sus deleites.





Y tu vida se llena

de los días cumplidos en jaez de sonrisas

de la luz liberada

por tus ojos que clavan herida que tiembla

inundando de viento almibarado.





Ya feliz es el tiempo

embriagado de ríos de risas y voces.

Y la sombra se viste

de regreso y de abrazo. Te miro brotando

hasta cielos, desnudos y eternos.

viernes, 19 de octubre de 2007

Nacer a ti


Voy a poblar el tiempo de rumores
vibrando en la marea de las luces
que tiñen de frescura los acentos
las tibiezas de dudas que amanecen
como frutos de carne inesperada.

Y viene tu boca hasta mi hondura
como sierpe de plata donde agrupa
su veneno de mentas demoradas
su abordaje que repta por mis labios
el amor sigiloso de traidores
alfileres de sombras asesinas.

Sobrevolar la muerte de los días
su cansado flotar sobre el recuerdo
para alzar el perfil enaltecido
la constancia de alas recobradas.

Sobrenadar el cielo de fingidas
nubes como retales deshilados...
¡Y abrazar tus palabras como cuerpos
de abundante y carnal geometría!

miércoles, 17 de octubre de 2007

Tiempo

Tu perfil enredado en el ramaje
feraz, salvajemente, hasta perderse
las caricias de líneas y de gestos.


La distancia de boca oscura y fría.
El tiempo que excava entre los gritos
la memoria de claustros derrumbados.

Y no acierto a encontrar tan solo un resto,
un espacio de anchuras imborrables,
la ocasión para el vuelo y su querencia.

No acierto. Es solo tiempo.
Tiempo cuanto me queda y me desangra.
Tiempo, sin más, como una mueca
que malogra sonrisas o deseos.


martes, 16 de octubre de 2007

Luz apagada



Eras la luz.
La incandescente forma del instante,
la fuga de palabras espoleadas,
el aire que desboca las miradas.

Eras la luz.

Y ya no eres.
El tiempo ha despoblado las caricias,
ha guardado los besos ya vacíos
en sus sótanos negros exiliados.

Y ya no eres
otra cosa que labios enviudados,
que mis manos insomnes, temblorosas,
que sabores de sombra enloquecida.

Eras la luz,
la inconfundible
amapola de cielos retenidos.

Eres la noche.
La oscuridad, la sólida costumbre
de la ausencia que yace deshojada.

La noche que me embriaga con quimeras
de amanecer remoto, como un viaje
hacia el tiempo imposible de los sueños.

jueves, 11 de octubre de 2007

Retorno de los días


Un día de esperanzas
lanzadas hacia atrás como palomas
que buscan los mensajes olvidados.

Recuerdos de los tiempos que llenaban
las blancas horas de la infancia alegre
los juegos ya cercados en las celdas
oscuras de la vida cancelada.

Y reír mientras saltas las casillas
del tablero que al cielo nos conduce
al instante de ángeles y nubes.

Y soplar con el viento lleno de alma
las llamas que coronan los pasteles.
Y soñar que no acaba nunca nunca
el soleado fulgor del día amado.

martes, 25 de septiembre de 2007

Nube y labio

Hay, princesa, en las nubes

un perfil diluido de los besos besados

en las bocas que beben el amor y el aliento

perfumados de luces sigilosas y vivas.


Van manchando los cielos

con la blanca esperanza de las formas del sueño,

y la limpia y sinuosa sensación de los cuerpos

que en un lecho celeste se confunden lascivos.


Tienes siempre en los ojos

una angélica estancia donde duermen destellos

que te prendo al mirarte si demoro mis labios

en tus labios abiertos como copa de nimbos.


Y es la aurora y la lluvia

las que arrullan con dedos de rosados rocíos

el silencio exaltado que respiro al besarte,

bella calma que estalla en bocados de alma.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Ausencia






Levemente la oscura
sinrazón de tu espaciosa ausencia
en los ojos me vierte
semillas como agujas. Como fuego se expande
la sed por las llanuras amplias y resecas
mientras busco
la demorada frescura de tu boca.

Y despacio deshojo
el polvo de los pétalos que tenues
absorbieron el eco de los besos,
de los hálitos fundidos en un viento
ambicioso de luces devoradas.

No recojo en la boca
más sabor que los vaivenes negros
con que laten convictos
los anhelos de pálpitos y abrazos.

Y mis dedos incuban
sobre letras calladas,
breves larvas en celdas retenidas,
un dibujo de sueños que en el aire
la danza de la vida bosquejara,
como miel que en vivaz coreografía
las abejas reúnen dulcemente.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Amor


Nubes. Luna y distancia,

y el reflejo insinuante

de inexpugnables filos erigidos

como torres eternas.

Ríes. Espolvoreas las luces embridadas

de caballos y ecos sobre el suelo,
de los brotes que tiernamente irrumpen

en espacios sembrados por los besos.


Labra el aire las sombras, los oscuros

conductos de la noche donde ahondan
ambiciones, palabras, dulcessurcos.
Y al conjuro
de los ojos que tiemblan de deseo,

de los versos que bebes como lluvia,
como perlas de lúcida esperanza,
surge la incandescente
sensación de las pieles que rebosan,
de las bocas que ansiando se intercambian
el sabor de los sueños y los labios.


Y mis dedos se enlazan en tus manos,

y se anclan en fondos insondables

de gemidos lascivos y profundos.


Tensa el gozo tu cuerpo, el oleaje

de azahares de fuego y de miradas

que suspiran dulzores estallados.


Y mi cuerpo se quiebra y se dilata,

vacío, ardor, espesa dicha

que electrizan temblores derramados.


Paladeamos
las caricias de luces que reposan,
la plácida extensión de la sonrisa
que al placer de los cuerpos sobrevive.

lunes, 10 de septiembre de 2007

La palabra es espejo

La palabra es espejo

fabricado de brisa.

Es imagen de aire,

es reflejo que brilla

en el soplo del tiempo

que en el verso se agita.

Cuando llueven tus ojos

sobre letras dormidas,

en tus labios emergen,

como luz que musita

resplandores de aguas,

carnavales de risas.

Y después, cuando callas,

las palabras se quitan

sus vestidos de azahares

y olvidadas dormitan.

Luego el viento te sueña

en palacios y en simas

de profundo silencio

y brumosa neblina.

Y quisiera acostarse

en la celda tranquila

que tus párpados cierran

con oscura caricia.

Y dormir, apresado,

mientras el tiempo gira

sus cantares de lluvia

costurera y sencilla.

Teje tu alma con hilos

de las luces cautivas

en tus ojos recuerdos,

remolinos que silban

lentos besos, palabras,
versos lentos, sonrisas.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Eco

Es plácida la noche de umbrías mansedumbres
que deja neblinosas negruras en el cielo.
Las manos de los vientos reposan en las cumbres
y tiende ya la luna su blanquecino velo.

Mas llega deslizándose el eco de tu boca
por las oscuras auras de dulces agonías.
Como un silbo de rosas dormidas que te invoca
en los altares yertos de ofrendas ahora frías.

Y arden de repente los pétalos resecos
prendidos de tu aliento, jinete de la brisa.
Se espantan las palomas al galopar los ecos:
su vuelo me devuelve la luz de tu sonrisa.

Y nacen en mi alma las venus que te habitan,
aromas exaltados de inciensos lujuriosos,
y mil amaneceres de soles que me quitan
penar, noche, silencio, de antaños desdeñosos.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Me besas



Tu boca siembra en los recuerdos
vergeles de exhaustivas humedades
firmamentos de noches que se alhajan
de estrellas como dardos luminosos.

Tu boca rompe fresca entre mis labios
oleajes de espumas incendiadas
abordajes de náufraga impaciencia
espesuras de silbos exhalados.

Amándote los ojos me navegan
por oscuras praderas de salobres
y nocturnos reflejos que la luna
temblorosa jaspea de azucenas.

Y te buscan mis manos como buscan
a su lecho los ríos adolescentes,
por yacer para siempre desposados
en el beso extendido de los cuerpos.

viernes, 31 de agosto de 2007

Vuelo y misterio




Vuelan tus ojos,

como palomas

sobre el recuerdo,

sobre sus hojas.

Danzan tus manos,
tan sigilosas,
sobre el deseo,
las dulces horas.
Y tu sonrisa,
llena de alcobas,
urde su nido
hecho de rosas.
Por desposarla,
mi boca roza
con mil suspiros
tu viva boca.
Y hay vuelo y baile,
luz que rebosa,
lecho sediento,
como una copa,
cuando me besas:
porque rebrotan
alas y labios,
risas jugosas.
¡Llama y misterio
cuanto me toca
con tacto cálido
de luz y sombra!

jueves, 30 de agosto de 2007

I stood by the unvintageable sea... (Desde un verso de Oscar Wilde)



Un mar invendimiable de estruendos
desgarra con furor las soledades
de la prisión y roca en que pretendo
transfigurar el cuerpo entre olivares.

Y no aparto la copa, rebosante
del solsticio lunar con que tu pecho
amaneció los vinos de mi sangre,
anocheció las aguas del recuerdo.

Ebrio de amores voy por la espesura
de memorias de muerte que me sacian
con vinagres de luz pisoteada.

Mi corazón, tus ojos lo traspasan,
lo maceran tus plantas como uva:
en oleajes rojizos me sepultas.


miércoles, 29 de agosto de 2007

Retrato



Has llegado hasta mí como un bosquejo
fatigado de sombras y de trazos.
Como un silencio
ostentoso de infértil simetría,
de vacío solar, de luz cansada.

Y he contemplado
tus labios, como arcos distendidos;
como aljabas vacías,
tus manos gobernadas por la ausencia.

La batalla de olvidos obstinados
ha rasgado tu frente con el surco
hambriento de semilla enaltecida.

Te dibujan mis manos reclinada
en las riberas frágiles del beso,
en las espumas malheridas de las bocas.

Y ambiciono
el retrato imposible de los cuerpos
que se agitan y se aman
como olas de curva encarnizada.

lunes, 27 de agosto de 2007

El cielo se desnuda



El cielo se desnuda
en tus ojos oscuros, infinitos,
como un ave de espuma,
un ruiseñor de cantos acuosos.

Y tiende su hermosura
en tus pupilas dulces,laboriosas,
por esparcir el sueño,
la semilla de nubes pudorosas.

Qué delicadamente
me miras desde noches luminosas,
me atas al silencio
de buscarte en el fondo de las horas.

Y llueves sobre el alma
estrellas de recuerdos recamados,
como cristales puros,
como gacelas ágiles de sombra.

Tu cuerpo se derrama
sobre el rumor de sábanas de seda,
como un abril de pétalos
ganosos de las flores de tus labios.

Y besas en mi boca
la voz de los alientos encelados,
la música y anhelo
que enlaza nuestros cuerpos deseosos.

Y el goce se encarama
hasta el postrer dulzor con que colmamos
delicias sinuosas
que funden a las almas encumbradas.

Como ángeles robamos
el canto de divinos resplandores
para dormir la muerte,
en la cuna de amor glorificado.

Princesa de los lagos,
galopas hasta el fin de los recuerdos,
hasta el cristal sediento
de beber tu reflejo eternamente.

Oleaje de amor

Es oleaje, oleaje que embriaga de pleamar salobre y abundosa, de inundado vaivén en que las amargas y tibias soledades de la memoria ven arrancado el fragor ostentoso de sus acantilados altivos. Y sin embargo, apenas rizada espuma otras veces,sigilosa, que las arenas delicadamente acaricia cuando el recuerdo no se engríe en su muralla de rocas soberbias como torres. Pero siempre el sonido, el rumor o el estruendo de las aguas que infinitamentese deslizan o embisten, y se hacen luego atrás, con menuda reverencia o espumosa la boca de deseo y de furia. Pero siempre el amor, el asfixiante amor que arrulla o anega, que seduce o violenta con la inacabable insistencia de sus manos de agua ambiciosa y sonora, que empapa de delicia y melodía avariciosa.
Incesantemente. Ingobernablemente. Apetece naufragios, derribados mástiles, trofeos de jactancia dispendiosa. Devora en sus honduras y abismos el frágil despertar de los sentidos, su querencia de beber los tiernos brotes de la brisa, el ululante susurro con que el viento, suavemente, despereza corolas y perfumes. No tolera los ojos prendados de alboradas. No permite los dedos abocados a la caricia de otra piel, otro cuerpo deseoso. La tiranía tormentosa, la sucesión de lluvias y de truenos. Conspira con el relámpago, su firma de cuchillo gigantesco. La herida que desangra el firmamento.
Eso es amarte. Eso poblar las horas y los días, sin la quietud gloriosa de tus ojos. Desposeído, desnudo, abandonado. Súbdito de la nada y sus acentos. Expósito del aire y de la nube. Encelado del vuelo y de la aurora.

sábado, 25 de agosto de 2007

Evocación del beso

Viene a veces con sigilo, repta por entre los juncos del olvido, que se enredan, en su flexible reverencia al viento, su obediente cabeceo, sumiso y muelle. Es un sopor aleve, que se desliza como agua que murmura, como flujo de silbos musitados, descendiente de su estirpe de instantes vacuos y letárgicos. Y apenas me roza su lengua, pegajosa, de delirios escasamente húmedos, apenas siento el tacto de sus ojos, de agua verdosa y espesa, el aire se apresura a hundirse, como filos de fuego en los pulmones; y requema por dentro, y salta el pálpito y es grito y es voz de zarpazo cuanto reverbera en las estancias huecas de mi mente. Recuerdo, en ese instante. Y las manos se aferran al vacío, se enredan en las trampas de aire indómito, escurridizo. Y los ojos apuran la copa del silencio, buscando, entre las heces del presente, la dulce abundancia de la boca que me ofreces, su vino perfumado de menta, de resabios de humo contenido. Vuelvo entonces a cerrar los ojos, a anegarme en el lazo de los jugos, a demorar el contacto evocado de los labios. Y es sed de sed, deseo de saciar de saciedades el alma, que se encarama hasta la boca, que trepa y se demora, sonámbula que escala al cielo de la muerte, que deambula en el aire exaltado que exhalamos, mientras se hermanan los goces y se desposan, inacabablemente, inperturbablemente, los cuerpos recorridos por los brazos, como enredaderas ambiciosas.

viernes, 24 de agosto de 2007

Marzo

Fue insobornable luz, súbita alcoba
de cuerpos por amor conquistadores;
fue consagrar sin fin, hasta el silencio,
la copa coronada de gemidos.

Y no hubo soledad: vibró el abrazo,
brotó el almíbar de las bocas vivas;
de la marchita flor del desaliento
nació la ingravidez de la locura.

Por el desfile voy de las auroras
que destilan sus rosas, codiciosas
de acariciar las horas con sigilo.

Bebo el azar de insólita tersura,
el recuerdo solar de tus dos senos,
la ingobernable espuma de los besos.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Alas te di...

Alas te di; con ellas cielo adentro
podrás volar los mares y en los ojos
y en las bocas lejanas aleteos
dejarás de tu alma cuando suban
los versos a los labios musitantes.
Y arderán nuestros cuerpos olvidados
en sonrisas remotas y en excesos
demorados de amantes que revoquen
la sentencia letal de nuestros días.
Urdirán las palabras los abrazos,
bordarán en los labios exaltados
el sonido de amarte y recordarte.
Y los cuerpos amantes resplandores
de tu cuerpo darán, espejo y vida,
en palabras que vuelen para siempre.

lunes, 20 de agosto de 2007

Encuentro

Maraña de las sombras de recuerdos
forjados en la noche sepultada
crisálida de besos que cobijan
la inmensidad de océanos de ausencia
que atesoran la cálida costumbre
la idolatrada cumbre del deseo
me sabes hoy a sal y a desmesura
a impaciente fulgor a desbordada
crecida de lamentos derrotados
me enredo entre tus brazos y consumo
los cien pasados bruscos del olvido
sus estancias oscuras que combaten
la esperanza de bocas y de dedos
bebo tu sangre en sus latidos
de caballos cegados por la luna
y abruptamente absorbo de tus senos
la plena incandescencia coronada
y me adentro en tu cuerpo y desabrocho
la materia impacientede los sueños
el fúlgido temblor que nos consume
y que prende de gloria los danzantes
momentos del ardor con que se rompe
la espera y se nos quiebra la luz
y el horizonte y se derrama el placer
Y refugio en tu boca el desaliento
y el reposo se viste de miradas
de sonrisas abiertas como arcos

viernes, 17 de agosto de 2007

Recuerdas


Si tu mano se asoma

de mi mano sedienta en mi memoria

como guitarra, viuda de su llanto,

descasada de música y de sombra,


Si tu boca se llena

de humedades, de mentas y de aroma,

y recuerda mi boca

como cueva de amores misteriosos,


Si tu cuerpo cimbrea

en el sueño de lazos sudorosos,

y apetece mi cuerpo y el gemido

que ilumina la cumbre amanecida,


Ha de brotar del aire una agonía

un tañido de bronces luminosos,

un cristal que se quiebra y transfigura.


Y palomas de vuelos recamados

han de bordar tu alma de recuerdos,

con palabras de aguja laboriosa.

martes, 7 de agosto de 2007

Azahares - Letrilla



Azahares me llenan

soledades me abrazan.



Cuando miro tus ojos

como heridas que sangran

el olor de los cielos

y la luz encelada,



azahares me llenan,

soledades me abrazan.



Cuando veo que el aire

se encarama y exalta

enredado en tu pelo

y cautivo en tus alas,



azahares me llenan,

soledades me abrazan.




Y si miro tu cuerpo

como fruta dorada

que la boca convida

a morderla, a besarla,



azahares me llenan,

soledades me abrazan.




Azahares que invaden

con su aroma mi alma,

soledades que trenzan

su quietud angustiada,



azahares me llenan,
soledades me abrazan.


miércoles, 1 de agosto de 2007

Rumor de hojas y estrellas - Romance


Bisbisean las hojas

en las nervudas ramas.

Envidiosas musitan

mi princesa, que me amas.

Que de noche, entre sueños,

en los labios te baila

de puntillas mi nombre;

que suspiras, que alhajas

tus ojitos dormidos

en rocío de lágrimas.

Rumorean incluso

que los versos que labras,

cuando miras por dentro

las honduras de mi alma,

se te vuelven susurros

y plegarias que exaltan

el amor en que muero...

¡Que soñando me llamas!


Es envidia, me temo,

nada más, cuanto lanzan

con palabras de viento

a la noche callada.


Sin embargo, me cuentan

las estrellas al alba

que te ven despertarte

y perder la mirada,

mientras bañas tu cuerpo

en espumas de plata.

Que tus ojos se cierran

soñadores y cantan

en murmullos tus labios

con mi nombre una nana.

Que me quieres dormido:

que te sueñe incendiada

recorriendo mi cuerpo

con tus besos de gasa.


Yo no sé, mi princesa,

si creer o si nada

de cuanto ellos murmuran

es verdad que te pasa.

Son ya muchas las noches,

y son muchas mañanas,

en que velo y desvelo

desazón derribada.

Y no escucho en tus labios

los hechizos de hadas

con que antes hacías

que en el alma las alas

me brotaran hambrientas

de los vuelos y danzas

que tu amor confesado

dulcemente inspiraba.


Sin embargo, brujica,

hechicera y remaga,

has dejado por siempre

esta casa tomada.

No hay estancia que pise

que no tenga pisadas

de tus pies tan traviesos

como sombras que escapan.

Y si al fin las estrellas

y las hojas callaran,

y las noches silentes

y desiertas se alargan,

te amaré sin embargo

con dorada esperanza.

Te querré siempre, siempre,

porque vives en mi alma.

Allí dentro, princesa,

nunca, nunca se acaba:

bisbisean tus ojos;
son estrellas que cantan.

viernes, 27 de julio de 2007

Visión



Volverás al capricho huracanado

de los labios abiertos como heridas

y la espada de carne que se adentra

en la boca empapada. Enlazaremos



con las manos las ansias y dulzuras

que se encrespan nerviosas cuando el beso

cicatriza la sed abrupta: duerme
la densidad del tiempo solitario.



Solo la luz nos ciega, cuando exaltan

los cuerpos su tensión almibarada.

Cuando estalla la vida reunida.



Y serán los recuerdos agua fresca

devorando los ojos la presencia

del amor y la carne en el abrazo.

jueves, 26 de julio de 2007

Princesa del lago

El espejo durmiente
del lago nos devuelve al territorio
flexible y silencioso
de los sueños que fluyen como aceite.

Y los ojos se llenan
de imágenes, recuerdos, de paciente
contemplación del tiempo
que bosteza sin fin sobre las aguas.

La superficie imita
tu piel, la seda de tu cuerpo vivo,
los labios donde brota
el beso que desborda y que emborracha.

Y es zambullirse
lo que anhela mi cuerpo por hallarte
como un hada marchita
que renace empapada entre mis brazos.

domingo, 22 de julio de 2007

Alas


Hay alas que susurran sus vuelos, como aguas

que levemente fluyen de tersos manantiales,

y expanden su quietud tensa y majestuosa

abrazándose al viento invisible y suntuoso.


En las almas nos brotan, como llantos de plumas,

cuando el beso zambulle su humedad silenciosa:

navegamos los cielos y en un mar de salivas

acometen las lenguas sus dulces abordajes.


Luego el sol nos inunda en resplandores de fuego

que derriten el sueño de los ojos velados,

y caemos al suelo sonrientes como ángeles

que han gozado en la carne luminosos naufragios.


Y nos hierven los labios como flores que rezan

la amorosa plegaria que zozobra en el aire:

tal un barco agitado que en las olas dibuja

letras blancas de espuma leídas por los dioses.

jueves, 19 de julio de 2007

Tus ojos


En los lagos, princesa,
de tus ojos se duermen
derramados los hielos
derretidas las nieves.
Porque en ti desembocan,
encantados torrentes,
primaveras de aguas,
hechizadas que vienen
a alcanzar el reposo
tan profundo y silente
que en las cumbres no habita
y en tus ojos se cierne.
Y me miras, mi esposa,
como luz que amanece,
como sueño que llora
risas blancas y vierte
su espaciosa delicia
de cristal que se extiende
como olor de sonrisas,
como besos de aceite.
Y es espejo de mi alma
tu mirada, que tiene
resplandores de nuncas,
y reflejos de siempres.
Me emborrachas de sombras
luminosas y prendes
mis miradas cautivas
en tus doradas redes.
¡Ay, araña suave,
mentirosa y aleve,
que me atrapas el alma,
que la vida me tejes!
Y buceo en tus ojos
y me ahogo y me mueres
como hielo engañado,
como esposo de nieve.

domingo, 15 de julio de 2007

Primer beso




La plenitud del beso,

la desbordada pugna de las bocas.

Las manos que transitan,

infatigablemente,

los espacios tangibles del deseo.


Las palabras que esperan

derramar su veneno en el oído.

Las lenguas que deslizan,

como peces furiosos,

cuerpos húmedos, presos en la lucha.


Y el aire que rebosa

hirviendo el pecho en fuegos de ansiedades.

Los ojos que devoran

los ojos contemplados

y dilatan sus luces embriagadas.


Y por fin los silencios

que rompen en tequieros expirados,

de amores habitados,

de dulces agonías,

de risa y de promesa, enloquecidas.



Después

Después de tantos sones de guitarra,

de tantas noches demorándote

en los labios de Scherezade,

no puedes retrasar ya la partida. Has de ponerte

en pie, como un triste soldado

que apresta su fusil y asalta,

sin convicción, mas valerosamente,

las lejanas trincheras enemigas:

y siente las ansias de la muerte

en la reseca boca sepultadas.


Has de mirar el gesto amargo

de los fantasmas amigables

que ni siquiera

arrastran ya sonoramente las cadenas.

Y alcanzar algunos frutos

que en las ramas esperan tu descuido,

tu indulgente mirada desviada.

Destemplar el silencio

silbando, casi inaudiblemente,

las canciones

que marcaron recuerdos olvidados,

incapaces ahora de invadirte

con el violento oleaje del deseo.


Llegar, quizá te lo preguntes,

no es absolutamente inevitable.

El sendero, en cambio, sirve

para seguir bebiendo,

con la sed trabajada del camino,

los tragos codiciosos de la vida,

su delicioso vino de desdicha.


Y un día, sencillamente,

te acostarás en el lecho de la muerte

con un cansancio noble y enigmático,

entre rasgueos de guitarras.

Tal vez con los ojos y la boca

algo entreabiertos,

por retener, quién sabe con certeza,

algún vestigio de luz,

alguna sonrisa amante entre los labios.

viernes, 13 de julio de 2007

Para besarte de nuevo

Tiene tu voz un viento que expande los aromas,
que siembra las esencias de limpias madrugadas,
y llega hasta mi boca como las olas giran,
como las olas, blancas, de espumas coronadas.

Llevan tus ojos puros silencios de algas tristes,
desmadejadas formas de brumas apagadas,
de danzas dibujadas por pasos nebulosos
y velas que ya extinguen su luz adormilada.

Es tu sonrisa un viaje de estrellas centelleantes,
de juncos que cimbrean su canción obstinada.
Ríes y las auroras futuras se tropiezan
y caen hasta mis manos, como aves derribadas.

Deja que el aire sue
ñe los llantos despojados,
los botones caídos de ropas desusadas.
Y deja que te abracen los recuerdos jugosos,
que te bese sin tiento en tu boca olvidada.

jueves, 12 de julio de 2007

Amor -de ola atormentada


Tiene cansado el mar su eterno brazo
de sales húmedas desconsoladas.
Sigiloso se enreda en tu regazo
y despierta tus risas incendiadas.


Ya te abraza y rodea con el lazo
de sus giros de lágrimas aladas,
mas escapas sinuosa de su abrazo
y él estalla en espumas derribadas.


Siento afanes de océanos hambrientos
de apresarte en cadenas rebosantes
de salivas y lenguas sempiternas.


Trenzo lazos de fuegos y galernas
y tormentas de besos calcinantes...
mas los mata tu fuga en mil lamentos.

martes, 10 de julio de 2007

Día y noche


En mis párpados, hada,

cuando duermo, me tejes

bellas sombras de espejo,

que tus ojos reflejen.


No abriría los ojos

nunca más, por tenerte

en tan bella mortaja

de silencio y de nieve.


Porque el sueño descansa,

hermano de la muerte,

en ropajes de engaño

delicados y leves.


Mas el sol envidioso,

cuando al fin amanece,

difumina tu imagen,

tu mirada celeste.


Me resbala una lágrima

como fuego impaciente,

que tu risa de hielo

distinguir me parece.


Y es la noche mi día

cuando sueño tenerte;

y es el día mi noche,

porque vuelvo a perderte.


miércoles, 4 de julio de 2007

Abrazo y promesas

Hay brazos que se enlazan

con tal amor a nuestro cuello,

y ojos que nos ríen

tan plenamente, como astros,

que apenas puedes ya vivir cuando se ponen

más abajo del mar adormecido,

cuando deshacen

su abrazo de promesas infinitas.

Mas es preciso renombrar las cosas,

fundar de nuevo paraísos con palabras

que desatan

el hechizo encerrado en la redoma,

en los ojos abiertos como estrellas.

Y esperar, desear que los cuerpos enredados

nunca rompan su atada melodía,

su ambiciosa querencia de estrecharse

en el beso jugoso de las bocas.

martes, 3 de julio de 2007

Para una Maga, mercader de salivas y memorias

Beso en tu boca enloquecida
mi propio corazón envuelto en llamas,
en la boca que sueño y te dibujo
sobre el recuerdo exacto de tus labios,
donde palpita incandescente
la melodía insomne de mi alma.

jueves, 28 de junio de 2007

Inmortal Afrodita


Vienes amaneciendo la hermosura,

evocación de lenguas y de lluvias

que empapan y rebosan

el corazón de besos luminosos.


En tus ojos se ríen amapolas,

brota de entre tus labios el oscuro

grito con que las manos se prometen

lazos, coronación, placer, locura.


Viertes sobre el silencio

libaciones de vinos codiciosos,

abundosas sonrisas, como agua

embriagadoramente tierna y pura.


Y tu palabra crea en mis adentros

oceánicas simas misteriosas,

hondas cuevas de luz para aplacarme

la sed de amor, de aurora, de besarte.

jueves, 21 de junio de 2007

En verdad te digo

Ángel de voz y sombra y sequedad,
Luz que me niegas por tres veces
para reír después sin desconsuelo.

Espada que refulges y que expulsas,
y sepultas caricias y hasta extingues
los dulces fuegos húmedos del beso.

Nunca podré olvidar que antes batías
las alas de tus brazos por fundirte
en el incendio loco de los cuerpos.

Por detrás de las sombras y las letras,
por detrás de las voces, ¿lo recuerdas?,
viven los esponsales deliciosos,
la nocturna promesa, los amores
de eternidad, ardiente, abrasadora.


martes, 19 de junio de 2007

Para la Maga –soneto porteño, sin rima


Por vos los ojos tengo desterrados

de ver la luz que al mar atardecido

besa como por dentro de los sueños

con la paciencia dulce de tu boca.



Por vos brotan relojes de la herida

de arena derramada que te buscan

y anhelan estrecharte en sus adentros,

como añora tus brazos mi memoria.



Mas escapás veloz hasta el olvido

aceitoso y voraz como un espejo

en que tiembla la imagen fugitiva.



Sin que vuelvas, ah Maga, hasta el oasis

de los besos de flores y salivas,

a la patria de amor que me naciste.

domingo, 17 de junio de 2007

Recuerdo de tu boca


Siluetas, amarguras,

figuras descarnadas,

el cielo ennegrecido,

fríos relámpagos:

nocturna firma de la muerte.


Todo llena tu ausencia:

la soledad, insomne y penitente.

Recuerdos que se arrastran

por el fangoso territorio del olvido,

y piden

con mano temblorosa

el cáliz y la cruz en que clavarse.


Sed siento de tus ojos asesinos:

las negras aguas bebo

del silencio,

tragos de oscuridad, sombra reseca.

Los decrépitos pétalos marchitos

se adhieren a mi boca.


Y ansío hurgar en ciertos abandonos,

excavar los palacios derrumbados,

restaurar el perímetro del beso,

el recinto habitado de humedades,

de gorjeos y lenguas lujuriosas.


Palidece,

amarillea el alma desangrada.


Tus labios, extraviados. Victoriosa

encarnación frutal y apasionada,

como dulces augurios,

como cuerpos que tensos se dilatan.

jueves, 14 de junio de 2007

Sueño y despertar

Sueñas mi amor como una daga helada

un aullido borrado por las sombras

un espacio de negras magnitudes

un armario de trajes funerarios.



Y tus manos dibujan en el aire

maldiciones de hiel adormiladas

oxidada codicia, encrucijadas,

naufragadas estelas y presagios.


Surcas mi corazón como un arado

de siembras amorosas y de heridas

navegables, promesas y retornos.

Renaces de la noche y me recuerdas.


Y me invocas y gimes los acentos

los gritos y las luces devoradas

insomne amanecer para tus ojos

imágenes te brotan de los dedos.


Y me amas como un puñal sangriento

un ardiente cruzar umbrales vivos

desposorios de lenguas y salivas

de silencios raspados de escrituras

de palabras sedientas como bocas.

martes, 12 de junio de 2007

Cantares de amigo

I
Junto al arroyo
tu sombra duerme,
cerca del agua
negra y doliente.

II

El sabor de tus ojos
es luz de almíbar;
el color de tu boca,
dulce mentira,
ausencia roja,
flor que ilumina.

III

Al bosque llegan
manosdel aire;
al bosque vienen
para buscarme:
dulce murmullo,
risas y baile.

Pasión - constante


Ambición de silencios incendiados
en latidos de furia embravecida.
Huracán de promesas y de lenguas
que se embriagan de fuegos virginales...

Devoción por tus ojos, por tu llena
claridad de espejosa simetría.
Sinrazón, humildad que involucra,
calidez, roja luz, fiebre de besos...

¡Fabulada verdad, dulce mentira!

La sinuosa quietud de tu mirada,
la caricia eclipsada, la constante
dionisíaca muerte que promete
este amor codicioso, esta agonía.

domingo, 10 de junio de 2007

¿Dónde hallaré?



¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


Trae el aire los suspiros

de mi enamorado y vienen

como pétalos ajados

que la flor desnuda pierde.


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


¿Dónde hallaré dulce boca

que sus palabras me rece

como suspiros de fuego

como caricias de nieve?


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


¿Dónde encontraré los ojos

que los amores me tejen

en el recuerdo cautivo

en la esperanza de verle?


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


Y se lleva el viento lejos

mis suspiros y desteje

memorias de dulces horas

esperas de llanto y muerte.


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?




sábado, 9 de junio de 2007

Letrilla


Gemidos da el mar,


por te acariciar.



Postrado cae a tus plantas


como humilde enamorado,


en llantos de sal deshace
sus olas de orgullos altos.


Gemidos da el mar


por te acariciar.



Tiemblan las aguas, si miras


sus reflejos azulados,


de amores, que tus dos ojos


saetas les van clavando.




Gemidos da el mar


por te acariciar.



Te zambulles y tu cuerpo


como fuego resbalado


enciende en espumas blancas


corazones en sus labios.



Gemidos da el mar


por te acariciar.




Que si te rozan son bocas
las aguas que abren tus brazos,
bocas que beben los vientos
que dan besos incendiados.



Gemidos da el mar


por te acariciar.



Y escapan después suspiros


de mil olas y mil labios,


cuando tus pies a la arena


de nuevo han engatusado.



Gemidos da el mar
por te acariciar.

viernes, 8 de junio de 2007

Cantigas

I

La lluvia tiene un cortejo
de truenos y de relámpagos:
Atormentan los oídos
que velan enamorados.



II


Como barcos mueves siempre

entre la lluvia tus manos

como barcos que navegan
con rumbos de amor y llanto.



III

¡Sube a las altas barandas
a los montes y collados!

Que mi amor vive en el cielo,
te busca desde lo alto.



IV

Tu boca tiene un silencio

que florece en sombra y llanto

cuando me besan de pronto
las dosrosas de tus labios.



V


¡Viene abril enloquecido

trae los cielos empapados
trae nubes enamoradas
y mil flores a los prados!



VI

Mayo, ven, cubre de flores

su cuerpo de enamorado,

que le ha quitado la muerte

las rosas del rostro claro.


Y le ha tejido en las sienes

coronas de espino y llanto

por desposarle sin vida

en su reino desolado.


¡No lo dejes ir desnudo

de palidez, sin el manto

que tus manos delicadas

tejieran sobre los campos!


¡Ven ya, sí, mayo querido!

¡De jazmines y de nardos

le harás un lecho bendito
para que duerma arrullado!

Cantigas de amigo



I

Se recuesta sobre el pelo

de la niña el viento largo

y duerme sueños de amores,

de amores y llanto amargo...


II

Tus ojos, amor, derraman,

si me miras, fuego y algo

que no sabe ya decirte
mi corazón incendiado.


III

Sal a las luces del alba,
sal, princesa, y mira el llanto
que las estrellas dejaban
sobre la hierba olvidado.

Que no vieran tus dos ojos,
tu mirar, sino velado
de lágrimas y lloraban,
desveladas, por tu amado.

martes, 5 de junio de 2007

Emboscada

Luz de crisálidas ocultas
de lluvias luminosas
sabor dulzura viento en las mejillas
estás acostumbrada a los latidos
huracanes de flores estalladas
la sinuosa canción entre tus muslos
feraz venus de mieles extasiadas

Vives como una ojiva de templos olvidados
entre la hierba el claroscuro de la tarde
en ruinas de la lágrima y el canto
que perecen de muertes licenciosas
dibujando su rostro tras espejos
enlutados y llenos de azahares

Eres sonido rojo explotas y combates
la soledad áspera su ciénaga su nicho
el regateo amargo de la espera impetuosa
que serpentea y suspende la mirada
el pulso acribillado de alfileres

Tus ojos son espadas de inclemente
adoración a placeres desmedidos
a soberbias salvajes de titanes
esculpidos en bloques gigantescos
campeones de infiernos y deleites

Simultaneas espantos agonías
éxtasis fríamente calculados
con orgiásticas danzas incendiadas
inextinguiblemente tensas y estalladas
en oleajes de estrellas desatadas

Eres diosa lo sabes y cabalgas
hacia parajes invisibles sombras
crepúsculos de torres derrumbadas
selvas de cruces blancas geométricas

Tras de ti va mi alma cabalgando
espoleando la vida que desliza
su final presentido en mi garganta
como un vino aceptado un bebedizo
que me embriaga de muertes y de glorias







Carta de amor

Mi princesa mi amor mi dulce amada
la sombra de mis sueños la inundada
de silencios viva flor que me arrebata
Mi princesa
eres el cielo mismo en carne viva
el paraíso derramado como lluvia
el corazón del tiempo que ahora vivo
la herida por que sangran mis angustias
la cicatriz amada que bendigo
Eres el corazón que me bombea
a las venas tranquilas de añorarte
a las arterias tristes del vivirme
sin tenerte ni amarte a cada instante
Y te recuerdo te paladeo y me desdigo
de mis locuras serias de otros tiempos
Y abrazo sinrazones y mentiras
y me llenas
sin estar a mi lado de tus ojos
de tus sonrisas y besos y amapolas
Y duermo los insomnios de añorarte
desvelo mis adentros con tu imagen
y tejo y tejo bellos cuentos
Relatos de amor y de mentiras
de hadas que duermen y madrinas
que prohijan dolores y que bellas
en los sueños del viento se me acunan
en palacios del aire y de las nieves
Eternamente nievas en mi alma
los copos sagrados de tus risas
la feliz sucesión de tus recuerdos
de recordarte mía y de tenerte
abrazada por siempre en mis entrañas
Princesa duerme pues y no despiertes
no desveles tu sueño y tu misterio
no desgarres cortinas que te acunan
con el susurro del viento con quien bailan
Y ven por fin junto a mis ojos
a mis labios mis brazos y mi vida
ven y tenme por siempre a esa tu vera
durmiente enamorada sueño bello
hija del corazón mi amor mi enamorada

domingo, 3 de junio de 2007

Memoria

Es el viento el que teje los acentos
del recuerdo que bordan tus sonrisas.
Desamparas mi amor entre tinieblas
de silencios poblados de amapolas.

Y recorro ausentes humedales
en que yacen las sombras deslucidas,
embriagadas de olvido. Gesticulan
su agonía de llanto inconsistente.

Busco el talle, la luz y el tiempo vivo:
¡te recuerdo...,las rosas del almendro
en sus alas sinuosas florecidas
por el beso fugaz de la mañana!

Mas deshoja sus pétalos tempranos,
su inocente brotar, la fría helada.
¡Y es tan frío quemarse sin tus besos,
tan ardiente abrazar el hielo eterno
de tu imagen frutal deshabitada...!

miércoles, 30 de mayo de 2007

Agenda (de la diosa Razón)

Desmenuzar los sentimientos
con la sedosa yema de los dedos
para sentir, erosionadamente,
melancolía,
oquedades,
arenas de relojes sepultados.

Clasificar los pétalos del sueño,
los insectos que silban importunos,
para fijar, con alfileres,
abdómenes,
corolas,
estambres, élitros petrificados.

Extender, encarnizadamente,
la terapéutica agonía de Cupido,
desechos de alboradas rosicleres,
despojos,
cadáveres,
fríos como el metal desinfectado.

Es la agenda del día,
compromisos
que ya pautan las horas, los olores
antiguosdel placer abandonado.



martes, 29 de mayo de 2007

Vida

Recuerdas las espumas de los besos:
los oleajes, las lenguas presurosas,
las luces que al cerrar los ojos nacen
dentro del alma, que a los labios sube

y mece su jugosa algarabía.

Recuerdas las sonrisas y los versos:
tus brazos en mi cuello y los tequieros
que brotan como flor enloquecida
como tallos o frutos, como árboles
que se abrazan al viento enamorado.

Recuerdas...

y no es solo recuerdo, sin embargo,
y no es solo volver los ojos muertos
del pasado a mirar las sombras yertas...
Es abrir la mirada hacia tu boca,
la indomable virtud de tanto amarnos.

Este amor es milagro y es por siempre,
es vivir y es morirnos sin cordura,
agonía, dulzor, tejidos de hadas,
desnudez, sinrazón, sagrada hoguera,
silencioso fulgor, grito incendiado.


martes, 22 de mayo de 2007

Encara avui

Notes que l'aire crema els somnis maldestres
que bufa el focpassat dels records i les ombres.
Rellisca la memòria i fon evocacions, imatges;
i rostres i somriures i cossos es barregen
amb els ídols trencats d'antuvi i ses ofrenes.

Prens llavors com una copa la foscor dels seus ulls,
plens de tardor i capvespre, de promesa i silenci.
I crides els déus antics, la sobtada pregària,
invoques sense la fe d'abans, salmodiant-ne paraules.
I proves de reviure, tocar pell, ventre, cames...

Les mans subtils dibuixen les formes estimades,
i aparences devoren els ulls, i fantasmes; petonegen
els llavis l'aire ardent tot buscant-hi els seus llavis,
l'antiga font de foc, els pits, l'amor llarg... estimada!

Però no torna mai, completament, no encara,
no torna el seu somriure, ni la dolça paraula.
Només resten reflexos, esbiaixades promeses
que s'esmunyen a l'Hades com el fumde la cendra.

lunes, 21 de mayo de 2007

Sueños de hierro

Sube al espacio silencioso de los ídolos de barro
la imagen de los cuerpos que se aman
tejida en tapices de sombras
de inconsistentes angustias que ahogan los recuerdos
fotografiados por diabólicas manos de lluvia y de ciénaga.

Cubren los muertos sudarios de óxido agrietado y oscuro
como sangre reseca que atrapa y que fija
los sepulcros imborrables y su cortejo de muerte administrada
de actas selladas y constantes
con que los cadáveres exaltan su condición silente.

Y narran los espíritus su salmodia interminable
de epitafios verbosos y amplificados
decibelios de ostentosa factura y prosapia
que enredan y amortajan corazones incautos.

Dónde podré hallar laberintos de flores
jardines y vergeles donde la vida acalle
la pútrida canción de gargantas roncas e hipócritas
blanqueadas por los himnos de obligada escucha.

Nada queda sino amarte, aun entre tumbas de herrumbre
aun fatigado por sermones de breviario y augurio.
Porque eres la vida
el amor y la luz las salvajes amapolas del sueño
la incontrolable
sensanción que despierta mis insomnios de hierro.

jueves, 17 de mayo de 2007

Milagro



No existen las manos de dioses que modelen

princesas de hondos lagos ungidas por las aguas

de recuerdos oscuros, reflejos temblorosos.



No es cierto que nazcan los sueños de los mares

sobre conchas nutricias para hollar los vergeles

que florecen al paso de ninfas divinales.






No hay pureza, inocencia, virginales acentos

que destilen poemas nacidos de las Musas

para honrar los amores que mueren misteriosos.






Nada existe, ¿comprendes?, nada que no podamos

entender, razonar, someter a las leyes

que gobiernan el mundo con su prosa reseca.






Mas tus ojos visitan mis vigilias y sueños,

como lagos, vergeles... tan puros, virginales...

Y la sed de escribirte no se sacia ya nunca,

de abrazarte y colmar los anhelos carnales.

Y creo en la sorpresa, el milagro de amarte.




martes, 15 de mayo de 2007

Nietzsche: visión


Como ave que eleva su misterio

desplegó Zaratustra el viento de sus alas,

los ecos del pasado y del recuerdo,

transformados en luces

de fuego y de misterio.



Y clamó en el desierto. Y aunque el polvo

resecó incandescente la garganta,

y aunque la multitud de ojos hostiles,

por escarnio lo iban escrutando,

no doblegó la voz, no silenció la muerte,

no se enterró en excusas y donaires.



Celebró la eucaristía de los fuertes,

la comunión de los excesos exaltados,

el ágape de voces que enardecen

a la vida acogida con los himnos

que a los dioses abrazan y a la muerte.



Consagró la existencia que consume

su transcurso igual que una bengala,

la soledad sonora donde el hombre

a la naturaleza quiebra y le da muerte.



Tal la vida, un cadalso de la espera,

patíbulo de compasiones y perdones,

estandarte de sangre que desborda,

que derrama su savia sembradora.



Y partió, exhausto, enardecido,

hacia la cumbre, cual si un nido

buscara de su propia desmesura,

su superior esencia, su impaciencia,

su no servir más amo que la vida

que aletea incansable en las entrañas.