miércoles, 28 de febrero de 2007

Umbral de Vita Nuova.

Deshibernas mi alma con la luz de tus ojos,
resucitas mi ser con tus labios danzantes,
lazareas mi sueño, me desvelas sonriendo,
reavivas el tiempo que dormía olvidado.

No derrama más luz la alborada de Venus,
ni enamora el silencio aun el sol con más fuerza,
ni se exalta la vida en delirios más llenos
que tu ardiente mirada, que me enreda y me mata.

Me mata y desentierra palabras en sudarios
mortajas de poemas que andaban desnortadas,
sin aguja ni rumbo, naufragadas en sombras.

Me levanto y te busco como la isla perdida,
o la casa encendida, repoblada del aire
que respira mi amor para siempre incendiado.





sábado, 24 de febrero de 2007

Tardes de recuerdos

A veces el recuerdo se viste de soledad y de ausencia, de sequedad en la boca y en el corazón lleno de cenizas. Y sin embargo la llama alienta, escupe sordamente pequeñas volutas de humo que prenden de repente en los latidos ardientes del alma. Se incendia el tiempo, la soledad arde como una hoguera espaciosa y generosa, preñada de chisporroteos y locuras, de violentas sacudidas de amor y de sombra, de luz y de pasión infinita. Y es cuando crepita la zarza incombustible de la imagen de tus ojos cuando ya no puedo sino desvestirme de apariencias, de soledades y recuerdos, cuando ya me fundo en la presencia relampagueante de tus besos, del sabor tenebroso y dulce de tus labios, de la locura sin fin de abrazarte y olvidarme de todo y de mí y dejar que los ojos que me miraron y me miran desde el recuerdo me inunden definitivamente de felicidad y de dicha y de gloria. Derramada ya, vive la gracia, por todo el corazón, por mi vida inmortal en el instante del beso.

viernes, 23 de febrero de 2007

Tu boca

Es tu boca un jardín de sombras y humedades

de pasiones que anidan y cantan y se exaltan.

Su sabor se desata como el olor de hierba

como el sabor a menta, albahaca y azúcar.


Viene tu alma del beso y se va hasta la aurora

caminando lasciva entre dientes que ríen,

como luces que explotan en el cielo ya oscuro

cuando la noche nos abre su seno para el baile.


Danza entonces mi alma, igual que una doncella

que despierta del miedo y escapa de palacio,

y se sueña princesa danzarina y esposa

de tus ojos, tu risa, que amanece y renace.


No quiero que anochezca jamás entre nosotros

que se quiebre la luz que encelada nos ciñe

con la pasión ardiente de miles de amapolas

florecidas de pronto en los prados del cielo.

martes, 20 de febrero de 2007

Innombrada

Ante mí te presentas, celestial criatura,
pues esperas oír alientos bautismales:
¡si supiera palabras sagradas que pudieran
acogerte en su soplo de inmortal aleteo...!

Mas mi alma se embriaga de tus ojos oscuros
como espejos de gloria cegadores que exhalan
su solícita luz sobre el viento y la sangre
que recorren vinosos mis pulmones y boca.

Y tal vez no imagines que renazcas del aire,
que te exaltes tú misma por mis labios ungida
y hasta el cielo ya asciendas virginal y desnuda.

Porque a veces es Hermes quien me llena de espíritu
y encandila mi alma con la luz creadora
que mereces y exiges mientras ríes y esperas.

domingo, 18 de febrero de 2007

Una pinzellada ribiana, cavàfica d'impromptu.


El temps, s'allunya, sense majestat, serenament,
com un rei que enyorés abdicar de nou,
tenir a les seves mans, encara hi sent la força,
l'il·lusori poder, el ceptre abandonat a terra.

I aquest és ja només bàcul de vell. Exili
pietós espera al monestir on jeu el pare.
Els anys, ja ho veus, esborren Ítaques;
S'esmunyen, de les mans... com si fos sorra.

I les onades porten, dins el soroll, records
serens, majestuosament difunts, per sempre.

Para la bella niña, ahora durmiente

Es bello este instante: en él, las palabras
se hilvanan, sigilosas, en tus ojos
y bordan en tu alma puntadas perdidas,
huecos, silencios, deshilachados y raídos.

Se desteje mi vida, ¡y tejes tu sonrisa!
Penélope nocturna, mi soledad te busca.
¡Penélope diurna, me cosen tus miradas!

No cierres los ojos:
con agujas oscuras,
me zurces, leyendo,
los retales del alma.

Un brocado de menta tu boca lanzadera...
Remiendas, costurera, mi desdicha,
princesa del dedal... ¡mi laboriosa hada!


Imatge d'Helena --fantasia cavàfica

No forjaren els déus les teves armes esplendents
només per estendre cadàvers a les planes d'Ilion.
No fóra just que, enmig de tant dolor, de tant no-res,
no lluís el doble sol joiós amb què il·lumines,
quan se senten crits agònics innombrables,
la terra sacra del vell Príam, que crema ja per sempre.
Al regne d'Hades entra, en els ulls extraviats dels troians,
la teva ombra viva, impressa en les pupil·les mortes:
ídol inoblidable i fals, formós, terrible i immortal,
obra dels envejosos déus, els forjadors d'enganys.

De Rayuelas y Magas: laberintos del tiempo

Es sencillo desencontrarnos, buscar sin esperanza nuestras huellas antiguas, las pisadas, borradas por el paso del viento envidioso, de los oscuros ojos del olvido. Y sin embargo, los lugares, las cosas, parecen conservar memorias de verme morir de amor, ante tus ojos desnudos y oscuros... Tus ojos, como corrientes de negras amnesias, que amortajan y sorben ávidamente los dulces recuerdos, las miradas cruzadas, flechas de punta de oro contra el límpido cielo, saetas llenas de deseo y de silencios salvajes que fermentan después sordamente en el alma. Se agita ante mí el espacio que habitabas, usurpado por el manoteo de sombras ignotas, por cuerpos desalmados que gesticulan sin sentido, que agonizan en espasmos inexpresivos, interminablemente, imperturbablemente. Y sube entonces la imagen de aquella tarde, en sumo grado alegre y sin embargo tristísima, la que fue la última ante la dulce patria de tus ojos divinos; y se desliza, aun ahora, una lágrima de fuego por mi rostro. Porque te reencuentro, en cada instante vacío de esta tarde desierta, en cada risa que evoca los ecos espejados de tus carcajadas, en cada vivaz sonrisa que revolotea, como la mariposa del recuerdo, por los labios suaves de las mentidas doncellas, las engañosas sirenas que cantan y hechizan más allá de tu voz y tus labios... Tus labios, que prendieron, recuerdas, por dos veces, su llama eterna en mis mejillas.

Declaración: de principio hasta el fin

Bebe mi corazón en el recuerdo de tus ojos desnudos

plegarias que son versos discretos y conjuros
y silencios de Amores alados que pugnan por decirte
de una vez y por todas que te quiero y te quiero.

lunes, 12 de febrero de 2007

Ojos de luna : A la manera de Lorca

En la alberca, tus dos ojos,
narcisos de azur y plata,
se estremecen, como sueños
que tiemblan a flor de agua.

Entre callados suspiros
que silba lívida el aura,
celebra trinando el grillo
milagros de luz y calma.

¡Quién, como Ícaro vivo,
hasta ellos se acercara
para derretir la cera
y desangelar las alas!

¡Y dormir, eternamente,
arrullado por las santas
sirenas de negras voces,
entre coronas de algas!