jueves, 28 de junio de 2007

Inmortal Afrodita


Vienes amaneciendo la hermosura,

evocación de lenguas y de lluvias

que empapan y rebosan

el corazón de besos luminosos.


En tus ojos se ríen amapolas,

brota de entre tus labios el oscuro

grito con que las manos se prometen

lazos, coronación, placer, locura.


Viertes sobre el silencio

libaciones de vinos codiciosos,

abundosas sonrisas, como agua

embriagadoramente tierna y pura.


Y tu palabra crea en mis adentros

oceánicas simas misteriosas,

hondas cuevas de luz para aplacarme

la sed de amor, de aurora, de besarte.

jueves, 21 de junio de 2007

En verdad te digo

Ángel de voz y sombra y sequedad,
Luz que me niegas por tres veces
para reír después sin desconsuelo.

Espada que refulges y que expulsas,
y sepultas caricias y hasta extingues
los dulces fuegos húmedos del beso.

Nunca podré olvidar que antes batías
las alas de tus brazos por fundirte
en el incendio loco de los cuerpos.

Por detrás de las sombras y las letras,
por detrás de las voces, ¿lo recuerdas?,
viven los esponsales deliciosos,
la nocturna promesa, los amores
de eternidad, ardiente, abrasadora.


martes, 19 de junio de 2007

Para la Maga –soneto porteño, sin rima


Por vos los ojos tengo desterrados

de ver la luz que al mar atardecido

besa como por dentro de los sueños

con la paciencia dulce de tu boca.



Por vos brotan relojes de la herida

de arena derramada que te buscan

y anhelan estrecharte en sus adentros,

como añora tus brazos mi memoria.



Mas escapás veloz hasta el olvido

aceitoso y voraz como un espejo

en que tiembla la imagen fugitiva.



Sin que vuelvas, ah Maga, hasta el oasis

de los besos de flores y salivas,

a la patria de amor que me naciste.

domingo, 17 de junio de 2007

Recuerdo de tu boca


Siluetas, amarguras,

figuras descarnadas,

el cielo ennegrecido,

fríos relámpagos:

nocturna firma de la muerte.


Todo llena tu ausencia:

la soledad, insomne y penitente.

Recuerdos que se arrastran

por el fangoso territorio del olvido,

y piden

con mano temblorosa

el cáliz y la cruz en que clavarse.


Sed siento de tus ojos asesinos:

las negras aguas bebo

del silencio,

tragos de oscuridad, sombra reseca.

Los decrépitos pétalos marchitos

se adhieren a mi boca.


Y ansío hurgar en ciertos abandonos,

excavar los palacios derrumbados,

restaurar el perímetro del beso,

el recinto habitado de humedades,

de gorjeos y lenguas lujuriosas.


Palidece,

amarillea el alma desangrada.


Tus labios, extraviados. Victoriosa

encarnación frutal y apasionada,

como dulces augurios,

como cuerpos que tensos se dilatan.

jueves, 14 de junio de 2007

Sueño y despertar

Sueñas mi amor como una daga helada

un aullido borrado por las sombras

un espacio de negras magnitudes

un armario de trajes funerarios.



Y tus manos dibujan en el aire

maldiciones de hiel adormiladas

oxidada codicia, encrucijadas,

naufragadas estelas y presagios.


Surcas mi corazón como un arado

de siembras amorosas y de heridas

navegables, promesas y retornos.

Renaces de la noche y me recuerdas.


Y me invocas y gimes los acentos

los gritos y las luces devoradas

insomne amanecer para tus ojos

imágenes te brotan de los dedos.


Y me amas como un puñal sangriento

un ardiente cruzar umbrales vivos

desposorios de lenguas y salivas

de silencios raspados de escrituras

de palabras sedientas como bocas.

martes, 12 de junio de 2007

Cantares de amigo

I
Junto al arroyo
tu sombra duerme,
cerca del agua
negra y doliente.

II

El sabor de tus ojos
es luz de almíbar;
el color de tu boca,
dulce mentira,
ausencia roja,
flor que ilumina.

III

Al bosque llegan
manosdel aire;
al bosque vienen
para buscarme:
dulce murmullo,
risas y baile.

Pasión - constante


Ambición de silencios incendiados
en latidos de furia embravecida.
Huracán de promesas y de lenguas
que se embriagan de fuegos virginales...

Devoción por tus ojos, por tu llena
claridad de espejosa simetría.
Sinrazón, humildad que involucra,
calidez, roja luz, fiebre de besos...

¡Fabulada verdad, dulce mentira!

La sinuosa quietud de tu mirada,
la caricia eclipsada, la constante
dionisíaca muerte que promete
este amor codicioso, esta agonía.

domingo, 10 de junio de 2007

¿Dónde hallaré?



¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


Trae el aire los suspiros

de mi enamorado y vienen

como pétalos ajados

que la flor desnuda pierde.


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


¿Dónde hallaré dulce boca

que sus palabras me rece

como suspiros de fuego

como caricias de nieve?


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


¿Dónde encontraré los ojos

que los amores me tejen

en el recuerdo cautivo

en la esperanza de verle?


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?


Y se lleva el viento lejos

mis suspiros y desteje

memorias de dulces horas

esperas de llanto y muerte.


¿Dónde hallaré, madre,

dónde hallaré?




sábado, 9 de junio de 2007

Letrilla


Gemidos da el mar,


por te acariciar.



Postrado cae a tus plantas


como humilde enamorado,


en llantos de sal deshace
sus olas de orgullos altos.


Gemidos da el mar


por te acariciar.



Tiemblan las aguas, si miras


sus reflejos azulados,


de amores, que tus dos ojos


saetas les van clavando.




Gemidos da el mar


por te acariciar.



Te zambulles y tu cuerpo


como fuego resbalado


enciende en espumas blancas


corazones en sus labios.



Gemidos da el mar


por te acariciar.




Que si te rozan son bocas
las aguas que abren tus brazos,
bocas que beben los vientos
que dan besos incendiados.



Gemidos da el mar


por te acariciar.



Y escapan después suspiros


de mil olas y mil labios,


cuando tus pies a la arena


de nuevo han engatusado.



Gemidos da el mar
por te acariciar.

viernes, 8 de junio de 2007

Cantigas

I

La lluvia tiene un cortejo
de truenos y de relámpagos:
Atormentan los oídos
que velan enamorados.



II


Como barcos mueves siempre

entre la lluvia tus manos

como barcos que navegan
con rumbos de amor y llanto.



III

¡Sube a las altas barandas
a los montes y collados!

Que mi amor vive en el cielo,
te busca desde lo alto.



IV

Tu boca tiene un silencio

que florece en sombra y llanto

cuando me besan de pronto
las dosrosas de tus labios.



V


¡Viene abril enloquecido

trae los cielos empapados
trae nubes enamoradas
y mil flores a los prados!



VI

Mayo, ven, cubre de flores

su cuerpo de enamorado,

que le ha quitado la muerte

las rosas del rostro claro.


Y le ha tejido en las sienes

coronas de espino y llanto

por desposarle sin vida

en su reino desolado.


¡No lo dejes ir desnudo

de palidez, sin el manto

que tus manos delicadas

tejieran sobre los campos!


¡Ven ya, sí, mayo querido!

¡De jazmines y de nardos

le harás un lecho bendito
para que duerma arrullado!

Cantigas de amigo



I

Se recuesta sobre el pelo

de la niña el viento largo

y duerme sueños de amores,

de amores y llanto amargo...


II

Tus ojos, amor, derraman,

si me miras, fuego y algo

que no sabe ya decirte
mi corazón incendiado.


III

Sal a las luces del alba,
sal, princesa, y mira el llanto
que las estrellas dejaban
sobre la hierba olvidado.

Que no vieran tus dos ojos,
tu mirar, sino velado
de lágrimas y lloraban,
desveladas, por tu amado.

martes, 5 de junio de 2007

Emboscada

Luz de crisálidas ocultas
de lluvias luminosas
sabor dulzura viento en las mejillas
estás acostumbrada a los latidos
huracanes de flores estalladas
la sinuosa canción entre tus muslos
feraz venus de mieles extasiadas

Vives como una ojiva de templos olvidados
entre la hierba el claroscuro de la tarde
en ruinas de la lágrima y el canto
que perecen de muertes licenciosas
dibujando su rostro tras espejos
enlutados y llenos de azahares

Eres sonido rojo explotas y combates
la soledad áspera su ciénaga su nicho
el regateo amargo de la espera impetuosa
que serpentea y suspende la mirada
el pulso acribillado de alfileres

Tus ojos son espadas de inclemente
adoración a placeres desmedidos
a soberbias salvajes de titanes
esculpidos en bloques gigantescos
campeones de infiernos y deleites

Simultaneas espantos agonías
éxtasis fríamente calculados
con orgiásticas danzas incendiadas
inextinguiblemente tensas y estalladas
en oleajes de estrellas desatadas

Eres diosa lo sabes y cabalgas
hacia parajes invisibles sombras
crepúsculos de torres derrumbadas
selvas de cruces blancas geométricas

Tras de ti va mi alma cabalgando
espoleando la vida que desliza
su final presentido en mi garganta
como un vino aceptado un bebedizo
que me embriaga de muertes y de glorias







Carta de amor

Mi princesa mi amor mi dulce amada
la sombra de mis sueños la inundada
de silencios viva flor que me arrebata
Mi princesa
eres el cielo mismo en carne viva
el paraíso derramado como lluvia
el corazón del tiempo que ahora vivo
la herida por que sangran mis angustias
la cicatriz amada que bendigo
Eres el corazón que me bombea
a las venas tranquilas de añorarte
a las arterias tristes del vivirme
sin tenerte ni amarte a cada instante
Y te recuerdo te paladeo y me desdigo
de mis locuras serias de otros tiempos
Y abrazo sinrazones y mentiras
y me llenas
sin estar a mi lado de tus ojos
de tus sonrisas y besos y amapolas
Y duermo los insomnios de añorarte
desvelo mis adentros con tu imagen
y tejo y tejo bellos cuentos
Relatos de amor y de mentiras
de hadas que duermen y madrinas
que prohijan dolores y que bellas
en los sueños del viento se me acunan
en palacios del aire y de las nieves
Eternamente nievas en mi alma
los copos sagrados de tus risas
la feliz sucesión de tus recuerdos
de recordarte mía y de tenerte
abrazada por siempre en mis entrañas
Princesa duerme pues y no despiertes
no desveles tu sueño y tu misterio
no desgarres cortinas que te acunan
con el susurro del viento con quien bailan
Y ven por fin junto a mis ojos
a mis labios mis brazos y mi vida
ven y tenme por siempre a esa tu vera
durmiente enamorada sueño bello
hija del corazón mi amor mi enamorada

domingo, 3 de junio de 2007

Memoria

Es el viento el que teje los acentos
del recuerdo que bordan tus sonrisas.
Desamparas mi amor entre tinieblas
de silencios poblados de amapolas.

Y recorro ausentes humedales
en que yacen las sombras deslucidas,
embriagadas de olvido. Gesticulan
su agonía de llanto inconsistente.

Busco el talle, la luz y el tiempo vivo:
¡te recuerdo...,las rosas del almendro
en sus alas sinuosas florecidas
por el beso fugaz de la mañana!

Mas deshoja sus pétalos tempranos,
su inocente brotar, la fría helada.
¡Y es tan frío quemarse sin tus besos,
tan ardiente abrazar el hielo eterno
de tu imagen frutal deshabitada...!