domingo, 26 de abril de 2009

Saboreo el recuerdo

El perfume de sal ceremonioso,
la reverencia amable de la brisa...
Saboreo el recuerdo, pues el tiempo
ya no eleva exigente su mirada.

Deseo cada sombra y cada eco
con avidez exhausta de agonía,
cada gesto de labios entreabiertos
lentamente acercándose a mi boca.

Y ese tenso placer en que culmina
el ascenso exaltado y donde el cielo
se derrumba en las manos dulcemente.

Ese olor de silencio y  de gemido,
esa espada de nube embravecida,
ese fuego de auroras rebosadas.

 

jueves, 23 de abril de 2009

Buscar tu voz perdida (desde un verso de Joan Margarit)

El mar ofrece ahora agua y sombra,
soledad ancha y húmeda: no basta
con la oscura fatiga del crepúsculo.


Remuevo fríamente
la arena con los dedos;
trazo surcos estériles,
como si pretendiera
buscar dentro de mí tu voz perdida.

(Como si deseara, todavía,
tus besos en la boca, o en los párpados,
o tus manos, cruzadas en la nuca,
mientras escribes en el aire con tus labios
las palabras
te quiero siempre, vida mía
)




domingo, 19 de abril de 2009

De qué sirve el silencio

De qué le sirve al hombre
el camino y la sed, la soledad,
o el mismo viento,
de qué le sirve el tiempo oscuro,
la región extensa de la piel
y del deseo,
si pierde el ancla suave,
el blando yugo
de amar tu cuerpo.
Ah, la espuma breve en la bahía,
el tacto fértil de la tierra,
los labios prisioneros
del mar exacto de tu boca,
tibio silencio y fruto
de niebla y de cristal,
y menta, y miel...
De qué me sirve, di,
de qué
el silencio.

 


 

lunes, 6 de abril de 2009

Nube oscura y voraz...

Nube oscura y voraz,
dulce y eterno cauce de tu boca,
donde vertió la vida
ciega y sedosa luz, agua suave,
donde incubó la muerte
sueño espeso de vino codicioso.

Probé tu cuerpo, amor, y era
como pan en mi boca.
Y vuelve, vuelve ahora
hasta mí de nuevo inmensamente
y desborda mis labios,
¡ah, tierno y vivo sabor,
tu cuerpo pleno, 
hondo palacio oscuro de tu boca!