Te dibujo los ojos
con la tinta cansada de los sueños
con el velo mojado
de las bodas oscuras que desposo.
Y en tu cuerpo se rompen
las costuras esclavas y renace
el deseo en la punta de tus senos.
Tengo la boca
habitada de viento y de oleaje.
Podré amarte
hasta el corte preciso de la aurora,
su cuchillo de plata enrojecida.
Podré amarte,
despacio,
demorando los labios
por el relieve vivo de tu cuerpo.
Y dejaré tus manos
llenas de nieve y luz,
llenos tus labios
de palabras jugosas y suaves,
y en tus ojos
qué paisaje de vuelo derretido,
qué espejismo de arena edificada.
No entiendo como nadie comenta esto. Es una preciosidad, aunque lo que dejas en las manos se escape entre los dedos, en los labios mejor dejar besos que palabras, y en los ojos la imagen de tu amada, mejor que espejismo.
ResponderEliminarMe encanta como amas y como lo dices
Gracias.... Sí que es bonito sí. Es que escribo mejor ahora, me parece.
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