martes, 25 de septiembre de 2007

Nube y labio

Hay, princesa, en las nubes

un perfil diluido de los besos besados

en las bocas que beben el amor y el aliento

perfumados de luces sigilosas y vivas.


Van manchando los cielos

con la blanca esperanza de las formas del sueño,

y la limpia y sinuosa sensación de los cuerpos

que en un lecho celeste se confunden lascivos.


Tienes siempre en los ojos

una angélica estancia donde duermen destellos

que te prendo al mirarte si demoro mis labios

en tus labios abiertos como copa de nimbos.


Y es la aurora y la lluvia

las que arrullan con dedos de rosados rocíos

el silencio exaltado que respiro al besarte,

bella calma que estalla en bocados de alma.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Ausencia






Levemente la oscura
sinrazón de tu espaciosa ausencia
en los ojos me vierte
semillas como agujas. Como fuego se expande
la sed por las llanuras amplias y resecas
mientras busco
la demorada frescura de tu boca.

Y despacio deshojo
el polvo de los pétalos que tenues
absorbieron el eco de los besos,
de los hálitos fundidos en un viento
ambicioso de luces devoradas.

No recojo en la boca
más sabor que los vaivenes negros
con que laten convictos
los anhelos de pálpitos y abrazos.

Y mis dedos incuban
sobre letras calladas,
breves larvas en celdas retenidas,
un dibujo de sueños que en el aire
la danza de la vida bosquejara,
como miel que en vivaz coreografía
las abejas reúnen dulcemente.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Amor


Nubes. Luna y distancia,

y el reflejo insinuante

de inexpugnables filos erigidos

como torres eternas.

Ríes. Espolvoreas las luces embridadas

de caballos y ecos sobre el suelo,
de los brotes que tiernamente irrumpen

en espacios sembrados por los besos.


Labra el aire las sombras, los oscuros

conductos de la noche donde ahondan
ambiciones, palabras, dulcessurcos.
Y al conjuro
de los ojos que tiemblan de deseo,

de los versos que bebes como lluvia,
como perlas de lúcida esperanza,
surge la incandescente
sensación de las pieles que rebosan,
de las bocas que ansiando se intercambian
el sabor de los sueños y los labios.


Y mis dedos se enlazan en tus manos,

y se anclan en fondos insondables

de gemidos lascivos y profundos.


Tensa el gozo tu cuerpo, el oleaje

de azahares de fuego y de miradas

que suspiran dulzores estallados.


Y mi cuerpo se quiebra y se dilata,

vacío, ardor, espesa dicha

que electrizan temblores derramados.


Paladeamos
las caricias de luces que reposan,
la plácida extensión de la sonrisa
que al placer de los cuerpos sobrevive.

lunes, 10 de septiembre de 2007

La palabra es espejo

La palabra es espejo

fabricado de brisa.

Es imagen de aire,

es reflejo que brilla

en el soplo del tiempo

que en el verso se agita.

Cuando llueven tus ojos

sobre letras dormidas,

en tus labios emergen,

como luz que musita

resplandores de aguas,

carnavales de risas.

Y después, cuando callas,

las palabras se quitan

sus vestidos de azahares

y olvidadas dormitan.

Luego el viento te sueña

en palacios y en simas

de profundo silencio

y brumosa neblina.

Y quisiera acostarse

en la celda tranquila

que tus párpados cierran

con oscura caricia.

Y dormir, apresado,

mientras el tiempo gira

sus cantares de lluvia

costurera y sencilla.

Teje tu alma con hilos

de las luces cautivas

en tus ojos recuerdos,

remolinos que silban

lentos besos, palabras,
versos lentos, sonrisas.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Eco

Es plácida la noche de umbrías mansedumbres
que deja neblinosas negruras en el cielo.
Las manos de los vientos reposan en las cumbres
y tiende ya la luna su blanquecino velo.

Mas llega deslizándose el eco de tu boca
por las oscuras auras de dulces agonías.
Como un silbo de rosas dormidas que te invoca
en los altares yertos de ofrendas ahora frías.

Y arden de repente los pétalos resecos
prendidos de tu aliento, jinete de la brisa.
Se espantan las palomas al galopar los ecos:
su vuelo me devuelve la luz de tu sonrisa.

Y nacen en mi alma las venus que te habitan,
aromas exaltados de inciensos lujuriosos,
y mil amaneceres de soles que me quitan
penar, noche, silencio, de antaños desdeñosos.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Me besas



Tu boca siembra en los recuerdos
vergeles de exhaustivas humedades
firmamentos de noches que se alhajan
de estrellas como dardos luminosos.

Tu boca rompe fresca entre mis labios
oleajes de espumas incendiadas
abordajes de náufraga impaciencia
espesuras de silbos exhalados.

Amándote los ojos me navegan
por oscuras praderas de salobres
y nocturnos reflejos que la luna
temblorosa jaspea de azucenas.

Y te buscan mis manos como buscan
a su lecho los ríos adolescentes,
por yacer para siempre desposados
en el beso extendido de los cuerpos.