miércoles, 18 de marzo de 2009

Ave de sal y luz (soneto sin arrimo)

Ave de sal y luz, hielo profundo,
voz ausente y voraz, hebra de fuego,
nombre que por tu cuerpo fructifica
todo su centro calmo y escondido.

Ruina de breve azar ante mis ojos,
sombra de los deseos malheridos,
beso, destello espeso que zozobra,
vuelo, gélido ardor, labio de luna.


Dejo la oscuridad precipitada,
la bocanada nueva de la aurora,
la soledad del viento y su pobreza.

Busco tu piel, las alas de tu boca,
la espesura del tiempo indescifrable,
la cálida extensión de tu gemido.

1 comentario:

  1. Ya sabes de sobra que me encanta tu estilo que, sin quererlo, tiene algo de Bécquer. Y este poema no iba a ser menos...

    Besos :)

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