Noche es de nieve dulce tu boca;
tu mirada,
hierro candente y hondo que me duele
doblemente por dentro.
Gimes y te rebosas,
vuelo vivo de oscuras pesadumbres
que deslumbran al fin
tu cuerpo
tenso y pleno.
Astros de niebla densa me embriagan al besarte,
bebo todas las sombras como un vino esquivo
forjado en la tibieza derramada y sedosa.
Calidez rebrotada, angulosos deseos,
el olor afilado de la suave tiniebla
que humedece tu sexo:
todo en ti se hace espacio,
oleaje de instantes que se agitan y ponen
un sabor de cuchillo y de espuma
que al fin invade de silencio
mi cuerpo
tenso y pleno.
Guauuuuuuuuuuuu, me encantó, muy delicadas y con mimo tus palabras, despiertan numerosas sensaciones.
ResponderEliminarUn besote, poeta ^^.
Perséfone(PL)
Gracias. Es lo que pretendía: despertar sensaciones dormidas.
ResponderEliminarPRIMERO ME DOY UNA DUCHA FRÍA Y LUEGO CONTESTO
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