martes, 2 de diciembre de 2008

Tu boca

Una densa prisión de aurora y bruma,
un puñal de silencios afilados,
una alcoba de alientos y de espuma,
un humedal de vuelos empapados,

un lento ocaso hecho de pluma,
una niebla de espejos desbocados,
una gacela en celo de su puma
transida y vulnerada por los prados:

daga, celda frutal, garza, paisaje,
todo mora en tu boca embravecida,
poniente, nube, albor, dulce brebaje.

¡Y por cobrar al fin tan alta herida
usé de lazo el beso, su oleaje,
dejando encarcelada allí la vida!

4 comentarios:

  1. Precioso poema, tu boca, una densa prisión de aurora y bruma....
    Con que profundidad escribe encadenando palabras tan logradas, es todo un arte que usted domina exquisitamente.
    Un saludo acompañado de un beso, si me lo permite.
    Anabel.

    ResponderEliminar
  2. En este soneto se refugian imágenes que vagaban por otros textos, que traen memoria de momentos y de cumbres, silencios adheridos en sus alas migratorias, ramitas, brotes, para hacer nido nuevo de palabras, de ocasiones. Todo aquí, en una soledad que acoge, que desea, que apacienta. Que claro que permite, y agradece, ese saludo que viene de tu letra y de tu boca.

    ResponderEliminar
  3. Bellísimo escrito, las figuras encadenadas en armonía perfecta.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. No me reprimo....
    Aunque no tenga tiempo ni para escribir éstas palabras, solo quiero decir que es maravilloso, despues de un día agotador, despues de una semana larga y fría, despues de un mes triste, aparece un poema que aunque se hable de carcel, es precioso sentir como encarcelas la vida con un beso.

    ResponderEliminar