lunes, 4 de enero de 2010

Una rosa a destiempo

A destiempo te traigo, hoja en mano,
una rosa de pétalos tintados
que recorre tus ojos desatentos.


Como un roto de ojal, una promesa,
un recuerdo sin nudo, un disparate,
una flor que concentra y acapara


la avariciosa luz de la memoria.
La dilata enseguida amargamente,
y te trae desdeñosa hasta mis brazos.


Hasta la lumbre triste de los besos,
de estos versos, cansados y desnudos,
de mi amor, desnortado y taciturno.


Mosquetera del viento y de la risa
divinal y perpetua como un río;
labradora de nubes remolonas,


ven a los bajos fondos de mi boca,
a mi infierno celeste, pues tu reino
es un mundo de luz y de palabra.


Entre febrero y abril de dos mil tantos,
vino a posarse aquí, a grupa de san Jorge.

1 comentario:

  1. Recibir una rosa a destiempo sin tiempo , acariciar con pétalos el rostro de la persona amada .Un poema bello muy bello .

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