domingo, 23 de noviembre de 2008

Prisión para tu nombre y tu mirada

Algunas veces, sabes, me propongo
combar tu nombre 
como un mimbre
y que rinda en la voz aprisionado
su brillo tenso y su flexible luz;
y encierro, imaginando, otras,
los resplandores y la brisa
que extiendes, como alas, al mirarme,
dentro de mis palabras, oscuras 
y murmuradas carceleras.

Me da después por condenarlos, reos
de la perpetuidad cautiva
en la escritura,
no sin que oficien luego, sin embargo,
tus vengativos labios de verdugos
que desgranan leyendo ¡qué tortura
de eslabones de fuego derramado!



1 comentario:

  1. Nombres que no podemos borrar, miradas que no podemos evitar. Tantas veces me hablaron del olvido, y tan pocas lo conseguí...

    Besos :)

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