El viento tiene mil dedos
Cansados de tañer arpas.
El silencio se recuesta
En notas de oro y de plata.
Musitando, se desliza;
Acariciándote, canta
Los amores, codiciosos
Por beberte en cuerpo y alma.
Y tu espíritu respira
Fuego y luz por tu mirada:
Fuego encendido de amores,
Luz que se mece en las aguas.
Y quisiera el viento brazos
Para anudarte, aun sin habla;
Y labios para besarte
La boca de oscuras playas.
Mas sus dedos, misteriosos,
Se duermen, llorando, al alba,
Tonadas de triste aliento,
Y negras sombras de nada.
Mis dedos, mientras, lascivos
Te tañen el cuerpo de hada:
Te arrancan placer de diosa,
¡Y en la playa... me cabalgas!
Galopas sobre mi cuerpo;
De celos al viento inflamas,
Y el sol sonríe, jocoso,
Por detrás de tu mirada...
Después de dormirse el día
Las estrellas nos miraran,
Desnudos sobre la arena,
Sobre el Amor y sus alas.
Canalla de verde luna,
Pasión de viento y de agua,
Luz que es mi dulce aliento,
Cuerpo que ya eres mi alma,
Salobre azúcar de menta,
Risa con que me exhumaras
De cuevas oscurecidas
Y tumbas de fría calma,
Nausícaa, Antígona, Virgen
De belleza endemoniada:
Siempre por ti llora el viento,
Siempre por ti ríe mi alma.
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