domingo, 3 de junio de 2007

Memoria

Es el viento el que teje los acentos
del recuerdo que bordan tus sonrisas.
Desamparas mi amor entre tinieblas
de silencios poblados de amapolas.

Y recorro ausentes humedales
en que yacen las sombras deslucidas,
embriagadas de olvido. Gesticulan
su agonía de llanto inconsistente.

Busco el talle, la luz y el tiempo vivo:
¡te recuerdo...,las rosas del almendro
en sus alas sinuosas florecidas
por el beso fugaz de la mañana!

Mas deshoja sus pétalos tempranos,
su inocente brotar, la fría helada.
¡Y es tan frío quemarse sin tus besos,
tan ardiente abrazar el hielo eterno
de tu imagen frutal deshabitada...!

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