Por vos los ojos tengo desterrados
de ver la luz que al mar atardecido
besa como por dentro de los sueños
con la paciencia dulce de tu boca.
Por vos brotan relojes de la herida
de arena derramada que te buscan
y anhelan estrecharte en sus adentros,
como añora tus brazos mi memoria.
Mas escapás veloz hasta el olvido
aceitoso y voraz como un espejo
en que tiembla la imagen fugitiva.
Sin que vuelvas, ah Maga, hasta el oasis
de los besos de flores y salivas,
a la patria de amor que me naciste.
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