sábado, 21 de febrero de 2009

El beso y la luna



Viene desde una promesa,

seguro que ya olvidada,

pero capaz de despertarse

a media noche


 


La luna blanca
quiere espejo secreto
a flor de agua.




Pasos de plata
y temblor de azucenas
acariciadas.


La luna baja
porque una sed oscura
le abrasa el alma.


Sueño de ala,
deseo de tu cuerpo
de seda y hada.


La luna calla
y se bebe lasciva
tu boca amada.


Beso de nácar,
de silencio y de frío,
de flor ajada.



 

1 comentario:

  1. También maestro en el verso breve, en el ritmo impar de la seguidilla. Olé, amigo. Uno de estos días me arrancaré yo también por la lírica neopopular (que es tremendamente culta, vaya), que la tengo muy abandonada.

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