Para tu cuerpo voz, barro de aliento,
verbo para tu carne prometida,
de otras bocas escapa y otros ojos,
de otros labios y estelas de escrituras,
hasta el puerto y la patria de tu cuerpo.
Tu boca, rumor, sí, de surco fresco,
dulce herida que sangra en la palabra
rebosante de niebla y de marea,
de dulzura y de beso cuando evoco
su sonido y su exilio de tu boca.
En tus ojos, amor, alza y extiende
todo el vuelo la luz, todo el deseo,
toda la negra aurora hecha de un sueño
apagado de muerte que se oculta
en el nombre dormido de tus ojos.
En tus ojos, amor, alza y extiende
ResponderEliminartodo el vuelo la luz, todo el deseo,
toda la negra aurora hecha de un sueño
apagado de muerte que se oculta
en el nombre dormido de tus ojos...
Precioso, ufff.
Un besote, Ben.
Anabel.
ADIOS
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