domingo, 28 de enero de 2007

Romper versos pretenciosos (2003)

Cincelaste tus versos delicados
con la pericia minuciosa de un orfebre.
Brotaba así la inspiración, domada
con el freno sagaz de la medida.
Si nadie nunca tus desvelos
observará en papel multiplicados,
no puedes arredrarte: es el destino
del saber exclusivo, de tus logros.
Nunca más vibrarán tales palabras
en lo profundo de un espíritu selecto.
Morirán sin apenas haber roto
un vagido primero, un lloro vivo.
En la penumbra de tu estudio,
rasga el papel, acalla, en fin, sus ecos.
Qué importa si esas delicias silenciosas
en el polvo de un sueño se diluyen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario