lunes, 27 de agosto de 2007

El cielo se desnuda



El cielo se desnuda
en tus ojos oscuros, infinitos,
como un ave de espuma,
un ruiseñor de cantos acuosos.

Y tiende su hermosura
en tus pupilas dulces,laboriosas,
por esparcir el sueño,
la semilla de nubes pudorosas.

Qué delicadamente
me miras desde noches luminosas,
me atas al silencio
de buscarte en el fondo de las horas.

Y llueves sobre el alma
estrellas de recuerdos recamados,
como cristales puros,
como gacelas ágiles de sombra.

Tu cuerpo se derrama
sobre el rumor de sábanas de seda,
como un abril de pétalos
ganosos de las flores de tus labios.

Y besas en mi boca
la voz de los alientos encelados,
la música y anhelo
que enlaza nuestros cuerpos deseosos.

Y el goce se encarama
hasta el postrer dulzor con que colmamos
delicias sinuosas
que funden a las almas encumbradas.

Como ángeles robamos
el canto de divinos resplandores
para dormir la muerte,
en la cuna de amor glorificado.

Princesa de los lagos,
galopas hasta el fin de los recuerdos,
hasta el cristal sediento
de beber tu reflejo eternamente.

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