jueves, 30 de agosto de 2007

I stood by the unvintageable sea... (Desde un verso de Oscar Wilde)



Un mar invendimiable de estruendos
desgarra con furor las soledades
de la prisión y roca en que pretendo
transfigurar el cuerpo entre olivares.

Y no aparto la copa, rebosante
del solsticio lunar con que tu pecho
amaneció los vinos de mi sangre,
anocheció las aguas del recuerdo.

Ebrio de amores voy por la espesura
de memorias de muerte que me sacian
con vinagres de luz pisoteada.

Mi corazón, tus ojos lo traspasan,
lo maceran tus plantas como uva:
en oleajes rojizos me sepultas.


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