domingo, 20 de abril de 2008

Para sentir tu amor

Para sentir tu amor me basta a veces



el transcurso fluido de las horas.



Recordar que sonríes,



y que siento



como si sobre mí los dioses extendieran



el manto con que a veces



ocultan sus paseos por la tierra.



Porque, si tú me dices que me amas,



en ese instante mismo,



una nube me envuelve entre los hombres



que no alcanzan a oír cómo mis ojos



suavemente navegan por tu cuerpo,



hienden el aire, se deslizan



con el callado aleteo con que Hermes



surca los cielos divinales.



Y nos ciñe un círculo de fuego,



mientras besamos



en las bocas de nieve enardecida



las almas, prisioneras de guirnaldas,



cautivas de perfumes, de aromáticas



sombras que de la infancia a veces vuelven.



No importa si despiertas



al despegar los labios y preguntas



cuánto tiempo nos queda hoy de amarnos.



No importa, porque es eterno todavía



cada momento en que, recuerdas, te abrazaba,



en que sentía



tu amor. Y a mí me basta,



quiero creerlo, sí, es cierto que me basta,



por más que tú hayas regresado,



bajo tu manto etéreo


junto a los bienaventurados Inmortales.















1 comentario:

  1. El transcurso de las horas, se hace interminable, desesperante, pero... Es cierto, todo parece renacer, cuando recuerdo una sonrisa, un beso, una caricia.
    Todo parece real recordando...

    ResponderEliminar