miércoles, 21 de mayo de 2008

Dos fragmentos, sin mucho sentido

Quise tu voz como un banquete vivo,

la necesaria alcoba de la risa,

el luto de los odios derrotados,

el fuego enamorado de los ...





Tuve la sombra ciega y prisionera

de tus besos furiosos y solares.

Como cárcel de cuerpos enredados

fue la noche una gloria incandescente.

Una herida ...

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