martes, 23 de septiembre de 2008

Subir hasta la espuma...

Subir hasta la espuma, hasta la llama,
hasta el cauce habitable de tu boca,
y de aliento colmarte y de gemidos
como espejos de sombra derramada;


enhebrar en la voz el hilo atento
de palabras de seda minuciosa,
que por dentro te tejan una herida,
una fuente de luz, profunda y terca;


recorrer los caminos de tu cuerpo,
con la codicia táctil de mis manos...
Y beber hasta el fondo de los tiempos


la espesura de vientos prisioneros,
el frutal cautiverio de tus labios,
la ingravidez oscura que rebosas.

5 comentarios:

  1. Melancolía, risa, viento, espuma. Tú, nada más

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  2. Gracias, por seguir ahí. Y por devolverme mis propias palabras, espejo inesperado para mi mente en desgobierno.

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  3. Uffffff Madre mia
    Como siempre, inmejorable.

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  4. Sí, en desgobierno... Fui a visitarte en tu blog. Leí algunas cosas. Volveré, para desgobernarme concienzudamente por los recodos de tus relatos. Y bueno, esta es tu casa, así que bienvenida.

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