miércoles, 21 de enero de 2009

Verte

Verte: es siempre amanecer, 
espacio,
sueño de luz y de silencios,
las miradas que cruzan 
sus promesas
rubricadas, después, 
en los labios.
Acude tu sonrisa 
de la hondura,
de la infancia de hierba y de rocío,
de edificios de arena 
imaginarios.
Y emerge ya gozosa 
por tu boca,
resbalando las olas de recuerdos
por la quietud suave 
de tu pelo. Qué imposible
no asomarse al espejo
cautivo de tus ojos.
Luego, se mece la palabra,
para nadar en ella 
lentamente,
en su paciente, oculta,
espera de los besos.
Verte: es habitar la aurora,
sus abrazos, rosados, modelar
con ojos alfareros
la creación precisa,
la ingravidez alada de tu cuerpo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario