Regresa, sensación; entre mis dedos
deja otra vez los suyos, tensos y enlazados,
extiende en mis oídos expectantes
el cielo desbordado de gemidos.
Haz que vuelva el espacio, el oleaje
de amar su cuerpo, de ver que tiemblan vivos
los contornos, en tanto se deshace
por fin el tiempo en líquida armonía.
Viértete en las palabras embriagadas,
cólmame nuevamente de sus senos
y de sus labios, impacientes
por mi boca o mis párpados
y que de nuevo mis pupilas
beban como un espejo de su goce.
Regresa, sensación, haz que yo palpe
bajo las vestiduras
de estas voces calladas
todo el placer de entonces,
todo el placer, desnudo y fugitivo.
Preciosa, Benja....
ResponderEliminarQué buen manejo, leerte es encontrar en la palabra, la delicadeza erótica.
Buen fín de semana...
AnaBel.
Lo he cambiado ahora un poco. Espero que te siga gustando si es que vuelves a leerlo. Ah prefiero Ben, Benja es, cómo decirlo, bueno, que prefiero Ben.
ResponderEliminarDe entrada, en las primeras líneas, evoca a Kavafis y su célebre poema sobre la memoria y el cuerpo. Pero aquí la voz es otra, y la música, distinta.
ResponderEliminarUn gusto descubrir tu espacio.
Saludos...
Sí, es Cavafis, claro. Casi una invocación, o una plegaria, si puedo servirme de palabras nobles para pequeñas urdimbres. Gracias, Ángel. Si buceas un poco en lo turbio y hondo de este espacio, verás que muchas veces se percibe borrosamente ese eco.
ResponderEliminarINTERMINABLS NOCHES, TODOS HEMOS QUERIDO Y SOÑADO CON ESA PRIMERA SENSACIÓN,, HOY ESTA LETRA ME DEVUELVE ESA OPORTUNIDAD Y ME INVADE LA FALTA DEL AMOR
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