Vendrá por fin la luz,
tu cuerpo,
vendrá de nuevo
la sed de acariciarte,
todo el silencio tenso de labios entreabiertos,
todo el espacio vivo
para la eternidad exacta del instante,
la incandescente y dulce suavidad del placer.
Vendrá de nuevo, como un sueño
inmortalmente a la deriva
por nocturnos océanos callados.
Como una aurora, una espera,
impaciente y tangible,
de iluminada carne y de deseo.
Y, de hecho, esperamos a ese momento intensamente, para demostrar lo que puede dar de si un dia, una noche o apenas unas horas!
ResponderEliminarBuenos versos
Tu luz, tu cuerpo, siempre volverá, aunque sean otros, tu luz, tu cuerpo.
ResponderEliminarMuy bello, vendrán de nuevo las luciérnagas, ya no mariposas....
ResponderEliminarUn saludico, Ben, que no Benja jajajajajajajajajaja!.
Un beso.
Anabel.
Me encanta, tu manera de expresar, bello, asi es
ResponderEliminarUna espera dulce de esa luz...
ResponderEliminarHusmeaba por el blog y me sorprendió gratamente.
Saludos