miércoles, 28 de febrero de 2007

Umbral de Vita Nuova.

Deshibernas mi alma con la luz de tus ojos,
resucitas mi ser con tus labios danzantes,
lazareas mi sueño, me desvelas sonriendo,
reavivas el tiempo que dormía olvidado.

No derrama más luz la alborada de Venus,
ni enamora el silencio aun el sol con más fuerza,
ni se exalta la vida en delirios más llenos
que tu ardiente mirada, que me enreda y me mata.

Me mata y desentierra palabras en sudarios
mortajas de poemas que andaban desnortadas,
sin aguja ni rumbo, naufragadas en sombras.

Me levanto y te busco como la isla perdida,
o la casa encendida, repoblada del aire
que respira mi amor para siempre incendiado.





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