viernes, 13 de julio de 2007

Para besarte de nuevo

Tiene tu voz un viento que expande los aromas,
que siembra las esencias de limpias madrugadas,
y llega hasta mi boca como las olas giran,
como las olas, blancas, de espumas coronadas.

Llevan tus ojos puros silencios de algas tristes,
desmadejadas formas de brumas apagadas,
de danzas dibujadas por pasos nebulosos
y velas que ya extinguen su luz adormilada.

Es tu sonrisa un viaje de estrellas centelleantes,
de juncos que cimbrean su canción obstinada.
Ríes y las auroras futuras se tropiezan
y caen hasta mis manos, como aves derribadas.

Deja que el aire sue
ñe los llantos despojados,
los botones caídos de ropas desusadas.
Y deja que te abracen los recuerdos jugosos,
que te bese sin tiento en tu boca olvidada.

2 comentarios:

  1. Que hermoso poema, me gusta como describes cosas tan sencillas.
    Es por eso que todos los enamorados son poetas.
    Saludos.
    Carla.

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  2. Y en tu ausencia creamos
    los sueños imposibles,
    las noches del desvelo,
    los pasos sin destino.

    Trazamos invisibles signos
    bajo un azul contaminado,
    extendernos un código de redes
    en la maldad que nos camufla
    y tú, iname tejedora de recuerdos,
    sigues oculta en tu candor primero.

    ¡Brota el árbol no para otear la muerte
    sino la luz inaccesible!

    Las voces, meretriz incalculable,
    ya ante el espejo lentamente se ajan,
    como si nos contemplásemos
    inermes
    en la tregua de un vals interminable.

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