jueves, 19 de julio de 2007

Tus ojos


En los lagos, princesa,
de tus ojos se duermen
derramados los hielos
derretidas las nieves.
Porque en ti desembocan,
encantados torrentes,
primaveras de aguas,
hechizadas que vienen
a alcanzar el reposo
tan profundo y silente
que en las cumbres no habita
y en tus ojos se cierne.
Y me miras, mi esposa,
como luz que amanece,
como sueño que llora
risas blancas y vierte
su espaciosa delicia
de cristal que se extiende
como olor de sonrisas,
como besos de aceite.
Y es espejo de mi alma
tu mirada, que tiene
resplandores de nuncas,
y reflejos de siempres.
Me emborrachas de sombras
luminosas y prendes
mis miradas cautivas
en tus doradas redes.
¡Ay, araña suave,
mentirosa y aleve,
que me atrapas el alma,
que la vida me tejes!
Y buceo en tus ojos
y me ahogo y me mueres
como hielo engañado,
como esposo de nieve.

1 comentario:

  1. Hermoso poema!!! ¿propio?
    La mirada de cada persona es una ventana acusadora,
    una sabana que vuela mostrandola desnuda,
    encierra todas las verdades y tal vez...
    me gusta mirar fijamete a los ojos, pero no por intrusa,
    sino por encontrar la vida.
    Un abrazo.
    Carla.

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